Por miedo, migrantes indocumentados en EU evitan atención médica

Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos evitan obtener atención médica por miedo a sufrir las consecuencias de las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump, apuntó el diario The New York Times (NYT).

En una investigación publicada en su edición de este martes, el diario destacó que en todo el país «las clínicas que sirven a una población inmigrante reportan un descenso en las citas» desde que el gobierno endureció sus políticas contra la inmigración indocumentada.

En una reciente encuesta nacional de proveedores de servicios médicos, la asociación Migrant Clinicians Network concluyó que dos tercios de los encuestados dijeron que habían visto mayor renuencia entre los pacientes a buscar atención médica.

Algunos padres, inclusive, han estado retirando a los niños de los programas federales de nutrición a fin de evitar el escrutinio de autoridades.

En la ciudad de Baltimore, por ejemplo, los trabajadores de la salud que durante años han visitado los barrios latinos para realizar pruebas a personas con infecciones de transmisión sexual ahora esperan en camionetas fuera de las tiendas de conveniencia, indicó el diario.

«Ha sido como un pueblo fantasma», explicó Kathleen Page, codirectora del Centro SOL, una clínica para latinos en el hospital Johns Hopkins.

Los expertos aseguraron que el costo de evitar el sistema de salud es de largo alcance. Los latinos más pobres, en particular, sufren de altas tasas de obesidad, diabetes, enfermedad hepática y presión arterial alta.

Los efectos de la asistencia médica diferida se sentirán de muchas maneras, dijeron los expertos. Hospitales y salas de emergencia, que son exponencialmente más caros que la atención primaria, será donde se trate a más pacientes enfermos, de acuerdo con médicos.

Asimismo, los sistemas escolares sentirán el impacto de más estudiantes con una variedad de problemas relacionados con la salud.

Sin embargo, como los costos médicos representan una carga para millones de estadunidenses, muchas personas se preguntan por qué los ciudadanos que apenas pueden pagar su propia atención de salud deben apoyar a través de impuestos el cuidado de los que viven aquí en forma indocumentada.

En ese sentido, los investigadores han estudiado la cuestión de los beneficios federales para los inmigrantes indocumentados.

Muchos inmigrantes obtienen su salario libre de impuestos, pero no todos. Entre 2000 y 2011, los inmigrantes indocumentados contribuyeron cada año al sistema de salud con entre dos mil 200 millones de dólares y tres mil 800 millones de dólares más de lo que obtuvieron, según un estudio de 2016.