Entra antropólogo de la UNAM a Academia Mexicana de la Lengua

Por unanimidad, Enrique Fernando Nava López, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, fue electo como nuevo miembro para ocupar la silla 23 de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).

“La institución incorpora a un antropólogo y lingüista dedicado a estudiar las lenguas habladas en México, incluido el español, así como su música y su cultura”, precisó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado.

Mencionó que hace unos días, el académico universitario fue notificado con una misiva de su ingreso, y según la fracción 12 del artículo 22 de los estatutos de dicha institución, tendrá que asistir, previo a su investidura y la pronunciación de su discurso, a 10 sesiones de la corporación.

Nava López fue propuesto por los académicos de la AML Yolanda Lastra, Ascensión Hernández Trivino y Pedro Martín Butragueño, para sustituir al también lingüista Leopoldo Valiñas.

La labor que tendrá Fernando Nava será sobre las lenguas indígenas nacionales, que, como él explicó, son el núcleo de sus actividades académicas, tanto las meramente lingüísticas, como las que combinan literatura tradicional, musicología, etnomusicología y antropología de la música.

“Mi discurso de ingreso”, expuso, “tendrá que ver con la perspectiva social que las instituciones, como nuestra propia universidad y la AML, deben tener”.

“Las lenguas siguen en gran desventaja social, ese el primer asunto sobre el que debemos reflexionar, además de desarrollar posturas y definir criterios académicos e institucionales”.

Especialista en lengua y gramática purépecha por su tradición de cantos, comenzó su trayectoria académica en el Conservatorio Nacional de Música para capacitarse como director de orquesta.

Su vocación lo llevó a la entonces Escuela Nacional de Música, hoy Facultad de Música, en la que estuvo un par de semestres para, finalmente, dedicarse a la lingüística en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y, en 2004, obtuvo el grado de doctor en Antropología por la UNAM.

Ese mismo año fue designado por la Presidencia de la República, como primer director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.