Acervo Televisa; Imperio Visual

Fotografías poco conocidas de personajes de la cultura como Diego Rivera, Frida Kahlo, Carlota y Maximiliano de Habsburgo, Benito Juárez, así como numerosas instantáneas captadas por artistas de la lente como Lola y Manuel Álvarez Bravo, Juan Guzmán, Graciela Iturbide, Henri Cartier-Bresson, Hiromi Tsuchida, Kati Horna, Nacho López y Bernard Plossu, aparecen en el libro Imaginario que compila más de 250 fotografías de la Colección y Archivo de Fundación Televisa.

Este volumen de gran formato, publicado por la editorial RM, se suma al primero que lanzó en 2015, para completar un recorrido por la memoria, la historia y la imaginación de uno de los archivos más valiosos y significativos de América Latina, presentando un acercamiento novedoso a ese universo que contiene poco más de cuatro millones de imágenes.
La selección y curaduría del libro corrió a cargo del curador Alejandro Castellanos, para evocar “una tentativa por esclarecer el valor de la fotografía en relación con otros medios, y su situación privilegiada como base de la imagen contemporánea”, tal como explica el propio curador, con lo cual se intenta actualizar la comprensión del patrimonio audiovisual al situarse en el centro de la reflexión sobre el desarrollo de las interrelaciones artísticas, sociales y culturales. El volumen consta de cuatro apartados. El primero es “Ícono” y refleja la transformación de los personajes en íconos mediáticos, donde destaca la fotografía Frida Kahlo y Diego Rivera frente al mural transportable Pesadilla de Guerra, sueño de paz, captada por Juan Guzmán en 1952, que hoy es un mudo testigo de una obra que permanece extraviada desde hace más de medio siglo.

También aparece una segunda imagen, captada por el propio Guzmán, donde aparece Frida Kahlo, postrada en la cama, mientras sostiene una calavera de azúcar. Ésta fue captada en 1950 mientras permanecía en el Hospital Inglés, luego de que la pintora enfrentara una serie de cirugías en la columna vertebral y en la pierna. Y aunque más tarde se recuperó, permaneció nueve meses en esa institución de salud en la que continuó su labor artística, como lo detalla el pie de foto. Además, aparecen otras instantáneas históricas, como aquella que captó Lourdes Grobet donde aparece El Santo acompañado por la actriz y bailarina Lyn May; la que Manuel Álvarez Bravo captó de la cinta El esqueleto de la señora Morales.
y muchas anónimas que fueron captadas durante la filmación de Batman, de Leslie H. Martinson, y de Macario, de Roberto Gavaldón, por mencionar algunas.

El segundo apartado es “Espectáculo”, donde se incluye la imagen Los gorrones (1955), de Lola Álvarez Bravo; Reyes de danza (1931), de Manuel Álvarez Bravo; Interior del cine Lido (1944), en la colonia Condesa, y Retrato de la bailarina y actriz Yolanda Montes Tongolele (1952), de Juan Guzmán; y otras más de de actriz María Félix, las cuales dan cuenta del espectáculo como referente social.

El tercero corresponde a “Memoria”, en la que el curador agrupa instantáneas históricas de México y el mundo, por ejemplo: las fotografías de Carlota y del cuerpo embalsamado del emperador Maximiliano de Habsburgo, en su ataúd, en 1867; fotografías de Porfirio Díaz, de Manuel Ramos de 1910; la clásica de Manuel Ramos, en la que el general Francisco Villa toma asiento en la silla presidencial; o una instantánea de 1914 del ladrón Quirino Sánchez, atado a un poste y flanqueado por dos guardias, captada por los hermanos Juan y Antonio Cachú Ramírez; y El presidente Lázaro Cárdenas regresa sus tierras a los campesinos (1934), de Antonio Carrillo Jr.

Aquí aparece una sección especial, del fotógrafo Hiromi Tsuchida y su serie Hiroshima (1982), que muestra los objetos y los rastros que captó de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo: un reloj dañado al momento de una explosión, un anteojo dañado con un solo aro, una uña deformada, botellas derretidas, un trozo de cabello perdido por un afectado de la guerra, la estatua derretida de un Buda, un uniforme militar y un pedazo de uña con piel, preservados por la madre de un niño de 14 años que falleció tras la bomba atómica.

El libro cierra con “Mirada”, que incluye imágenes del trabajo artístico de Alberto Gironella, Francisco Toledo, y de los fotógrafos estadunidenses Edward Weston, Man Ray, John Baldessariy y Andrés Serrano, del británico Bill Brandt, del húngaro György Kepes y del mexicano Carlos Jurado, entre muchos más, para dar un recorrido por una de las colecciones fotográficas más importantes de América Latina.

Para completar la edición, a este volumen fueron convocados los artistas Iñaki Bonillas, Ana Casas Broda, Jonathan Hernández y Jorge de la Garza, quienes aportan un diálogo personal con el material fotográfico incluido, con lo que es posible “mostrar un caleidoscopio, un juego donde las imágenes se asocian indefectiblemente al movimiento y a la interacción”, aporta el propio Castellanos en su introducción.

¿Qué es una fotografía? Castellanos lo explica así: “La fotografía es un buen principio para controlar el riesgo, ya que su condición actual, reconocida por el mundo artístico, pero no restringida a éste, y con la energía para desplazarse por los más diversos ámbitos de la sociedad contemporánea, cimienta las posibilidades de esta colección”.