El juego de la Ballena Azul, un instrumento que está causando problemas en las familias a través del internet, consiste en una serie de retos que van incrementando de gravedad y dificultad conforme va avanzando el o la jugador (a), conduciendo a la persona que lo utiliza al suicidio con su prueba final, atentando contra la integridad de niños y jóvenes.
Por ello Sebastián Galán Jiménez coordinador del Centro de Atención
Psicológica de la UASLP, comentó que los padres deben estar atentos a lo que observan los menores en las distintas páginas de internet, pues por ejemplo este juego fue inventado por un estudiante de psicología brillante y psicópata que encontró múltiples formas de manipulación a través del uso mediático de las masas.
Explicó que en él, se con-tacta a las víctimas a través de redes sociales, son más propensos a ser buscadas las personas que se han sumado a páginas de autole-sión, con ideas cercanas a la depresión y al suicidio.
Comentó, que para prevenir situaciones de este tipo los padres deben de estar al pendiente de los lugares cibernéticos y físicos que visitan sus hijos y el tipo de relación afectiva que tienen con su entorno y con su cuerpo.
Indicó que se deben de identificar las señales que manda la persona para saber si está en estado de depresión, interpretando lo que hacen, porque normalmente se va comunicando lo que está sucediendo.
“Preguntándose qué tan cercana es su relación con los padres y los demás, el aislamiento como una forma de comunicación, actitudes no verbales, si se hace daño, si está inconforme o enojada todo el tiempo y de donde vienen todas estas actitudes”, resaltó el psicólogo.
Sebastián García Galán agregó que también se de considerar y cuestionar la situación familiar y el entorno, para ver si es un buen ámbito de desarrollo. En caso de ser detectado lo primero que se debe de hacer es asegurar que este a salvo la vida de la persona.
Señaló que se debe de acudir a terapia psicológica y sí se detecta depresión se recomienda trabajar multidis-ciplinariamente, en donde psiquiatras y psicólogos trabajen en conjunto, para tener mejores beneficios.
