Las razones por las que Mireya perdió la custodia de sus hijos

Imagen Noticias, con Ciro Gómez Leyva, tuvo acceso a la sentencia del 25 de febrero de 2016 que suspendió la patria potestad a Mireya Agraz Cortés de sus tres hijos.

La jueza Silvia Araceli García justifica su decisión al valorar las declaraciones del exesposo Leopoldo Olvera, quien refirió que Mireya le llegó a decir que “prefería matarlo antes de que sus hijos vivan con él”.

Además, la juzgadora valoró que Mireya tenía un antecedente de suicidio en febrero de 2006.

La sentencia retoma los estudios psicológicos realizados a Leopoldo Olvera en octubre de 2012, por el Servicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia (en ese entonces del Distrito Federal) donde se concluye que «es una persona entusiasta que se deja llevar por las emociones del momento, llegando a actuar de forma impetuosa y aventurada, sin pensar claramente en las consecuencias de sus acciones… No se encontraron elementos que indiquen un trastorno de la sexualidad».

Sobre sus hijos, la juzgadora indica que no se encontraron síntomas de abuso sexual. Sin embargo, en la misma sentencia la impartidora de justicia tuvo las valoraciones de cuatro sicólogos especialistas en abuso sexual infantil, quienes señalaron que sí había síntomas en el hijo mayor.

Una de esas opiniones fue de la psicóloga Marisol Contreras, de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, quien concluyó que «el niño presenta manifestaciones emocionales como consecuencia de la violencia sexual vivida, son culpa, ansiedad, angustia, impulsivo, baja autoestima, agresividad reprimida, sobresaltos nocturnos eventuales, miedo entre otros… Por lo que la psicóloga recomienda que no conviva con su papá el señor Leopoldo Olvera Villa».

El psicólogo Omar Isidro Isaí del DIF, dijo «los instrumentos y técnicas señalan al padre como generador de abuso».

Estos dictámenes que se contraponían a los de la procuraduría capitalina fueron desechados por la juez porque según ella, «no son prueba fehaciente para poder determinar en primer lugar que el padre violentó sexualmente a su hijo, dado que no existe evidencia científica que así lo indique».