Tanta ruina pesará también al candidato presidencial priísta

Si el país, nuestro México, mostrara la bonanza que presume el presidente Enrique Peña Nieto, no estaría tan preocupado en asuntos electorales para su partido el Revolucionario Institucional, respecto a los desenlaces locales y el muy próximo de la elección presidencial el próximo 2018.
Lo que hoy en día sí es nota, incluso internacional, es que la Administración de Peña Nieto, es un rotundo fracaso.
Que se falló en todo.
Que las reformas estructurales con las que intentó Peña por arreglos internacionales insertar a México en el Acuerdo Transpacífico de Coperación Económica (TPP), con una decena de países más; no tienen hasta ahora un balance favorable.
Se habla igual y otra vez con insistencia, de un Estado fallido en donde sobre todo el tema de la seguridad para casi cualquiera de los mexicanos, es un asunto toral.
El fracaso económico, tiene a millones de mexicanos otra vez en vilo y la inflación alcanza máximos históricos e incontenibles.
Se pueden sumar más y más tópicos regresivos a la estabilidad o al desarrollo de México como la pobreza, los niveles ínfimos de competencias educativas, la falta de democracia cierta y no de membrete, la violación a los derechos humanos de forma recurrente, la impunidad compañera inseparable de la corrupción, las desacertase faenas de política exterior y claro, entre otras muchas más, la injusticia en la que se dirimen las leyes y la legalidad.
Total, que otra vez los mexicanos nos encontramos en los últimos años de una Administración sexenal y todo indica que estamos más apaleados que antes.
Si Peña Nieto hubiera logrado concretar al menos un poco del país que nos vendió en campaña temprana, larga y muy, pero muy televisada; en estos momentos su partido no estaría en tantos apuros y quizá hasta sus trampas y corruptelas serían tratadas en espera de la justicia y no en adelanto, el escrutinio público.
Pero hoy los priistas con ansias de gobiernos estáteles y el presidencial, tienen sobre sí, los malos resultados de su jefe y algunas veces, hasta amigo: Enrique Peña.
Se les acumuló el estrés a los priistas, con sus malas cuentas a la población y con el ansia de la permanencia en el poder para seguir saqueando al país y tapar sus corruptelas.

Acta Divina… El presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirmó que la economía nacional se encuentra mejor de lo esperado.

Para advertir… O sea que esto es sólo un catarrito.