Civiles corren mayor riesgo a medida que avanza ofensiva en Mosul

Los civiles están siendo golpeados con más fuerza a medida que el asalto militar de Iraq a Mosul entra en su fase final, denunció la coordinadora de ayuda humanitaria de Naciones Unidas, Lise Grande.

Atrapados en un área cada vez más reducida de la ciudad, los combatientes del Estado Islámico han recurrido a todo tipo de medidas para impedir las salidas de civiles de las zonas del oeste de la ciudad de Mosul que controlan, con el fin de disponer de escudos humanos.

Los residentes están en grave peligro, ya que el llamado Estado Islámico (EI) se está dirigiendo directamente a las familias. Muchas personas en la ciudad ya están enfrentando una grave escasez de agua y electricidad, señaló

La zona que controla aún el grupo yihadista en el densamente poblado casco antiguo de Mosul tiene la característica de que la estrechez de sus calles no permite el paso de tanques ni vehículos pesados, lo que obliga a las tropas iraquíes a avanzar a pie.

En los siete meses de gran ofensiva en Mosul, el Estado Islámico ha sido expulsado de todo el este y ha perdido la mayor parte del oeste de la ciudad, que hasta finales del año pasado era el principal bastión y núcleo urbano controlado en Iraq por el EI.

Previamente, las fuerzas iraquíes pidieron a los habitantes de la zona antigua del oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Iraq, que huyan antes de que comiencen los últimos combates para expulsar al Estado Islámico de la urbe.

Las fuerzas de seguridad iraquíes han lanzado este sábado la enésima ofensiva desde múltiples frentes para liberar la media decena de distritos que aún permanecen en manos yihadistas en la segunda urbe del país.

El principal objetivo es romper la parálisis de las últimas semanas en frentes como el sur, donde la batalla ha encallado a unos metros de la gran mezquita de Al Nuri, donde Abu Bakr al Bagdadi anunció el califato en junio de 2014.

Las tropas indicaron que hicieron progresos en unas pocas horas mientras intentaban expulsar a los militantes de los últimos bastiones que quedaban en la Ciudad Vieja de Mosul que todavía controlan.

Cientos de miles de civiles han huido de la ciudad del norte desde que la ofensiva fue lanzada en octubre del año pasado.

Grande sostuvo a la cadena de noticias de la BBC, la televisión pública británica, que la siguiente parte del asalto iba a ser la más difícil. «…Los civiles estarán en el riesgo más extremo que han estado durante toda la campaña», añadió.

«Sabemos que el EI está dirigido directamente a las familias que tratan de escapar, sabemos que hay reservas muy limitadas de alimentos y medicamentos, sabemos que hay una grave escasez de agua y electricidad», precisó.

«Toda la evidencia apunta al hecho de que los civiles que están atrapados en estos barrios y distritos están en grave peligro», advirtió.

El gobierno anunció la recaptura del este de Mosul en enero, pero la lucha por el control total de la mitad occidental continúa.

Miles de fuerzas de seguridad iraquíes, combatientes kurdos Peshmerga, miembros de las tribus árabes sunitas y milicianos chiitas, asistidos por aviones de combate de la coalición liderados por Estados Unidos y asesores militares, están involucrados en la ofensiva.

A principios de este mes, los funcionarios de la coalición estimaron que el número de militantes en Mosul era menos de mil en comparación con los tres mil 500 a seis mil militantes en y alrededor de la ciudad antes de que la ofensiva comenzara en octubre pasado.

La ONU aseguró que la batalla ha dejado a más de ocho mil civiles muertos o heridos, pero esa cifra sólo incluye a las personas trasladadas a instalaciones médicas. La lucha en Mosul ha dejado a más de 500 mil personas desplazadas.