Jesse & Joy: quince años, muchas historias

Si hay alguien que le ha dado al pop mexicano un estatus más alto internacionalmente, ese es el dueto Jesse & Joy, recientes ganadores del Grammy americano, quienes han apostado por volver su carrera global.

Luego de visitar países de Europa, regresan a Guadalajara para dejarse querer por sus fans tapatíos a través de su gira Un besito más que también le da al nombre al disco que los coronó con el gramófono dorado.

Cerca de las 21:40 horas, los hermanos Huerta salieron al escenario después de que la audiencia -ocho mil personas- se impacientaron esperándolos por más de 20 minutos. Previamente les abrió el espectáculo la banda Luna Em, quienes tuvieron la oportunidad de ser los teloneros gracias a un concurso que organizó una estación de radio junto con el equipo de Jesse & Joy.

Qué pena me da y No soy una de esas, fueron los temas con los que abrió el dueto, pero luego dieron paso a la balada Ya no quiero, una de sus canciones más importantes. Seis músicos, visuales y luces acompañaban en el escenario a Jesse con su clásico sombrero y a Joy ataviada en una vaporosa blusa amarilla.

“Guadalajara, nuestra ciudad favorita de la República Mexicana. Llevamos un año de estar con el tour, más de 15 países y 30 ciudades recorridos,  la gente piensa que somos de aquí de Guadalajara y eso nos gusta mucho. Queremos que esta noche sea extremadamente especial, mágica y cósmica”, dijo Joy.

ChocolateLlorar, Con quién se queda el perro y Eres mi tesoro, también formaron parte del repertorio que iba del amor al desamor y de la balada al pop rítmico, recordando los 15 años de trayectoria del dueto. Al cierre de esta edición la gente estaba a la víspera de que Jesse & Joy interpretaran CorreEspacio sideral Ecos de amor, entre otras.

EL DETALLE

Muy mexicanos

Aunque será más seguido que Jesse & Joy hagan canciones en inglés para seguir empujando su carrera en el mercado anglosajón, su bandera es el español y el amor por México. Tienen la responsabilidad de llevar un mensaje de unidad para derribar los muros que ocasiona la xenofobia.