Trump concluye visita a Israel; condena el Holocausto y refrenda alianza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, hicieron hoy una ofrenda floral en el Museo del Holocausto de Jerusalén, en honor a los seis millones de judíos muertos en la Segunda Guerra Mundial, donde el mandatario pidió que no se repita «nunca más».

No hay palabras que puedan describir las horas más negras de la historia. Vidas preciosas de hombres, mujeres y niños que se extinguieron en un intento sistemático de eliminar la vida judía. Como dijo Elie Wiesel ‘Debemos ser testigos’, pues sólo si recordamos podemos evitar que la agonía se repita», declaró.

Trump, que calificó el Holocausto como el «mayor crimen contra Dios y sus hijos», transmitió su deseo de «honrar a todas y cada una de las vidas quitadas de una forma tan cruel» y destacó que «a través de la persecución, opresión y muerte, el pueblo judío ha florecido».

Los Trump estuvieron acompañados por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su esposa, Sara; el rabino jefe del Consejo Yad Vashem y exrabino jefe ashkenazí de Israel, Meir Lau; y el director del museo, Avner Shalev.

Netanyahu agradeció a Trump «su histórica visita», y el que haya sido el primer presidente estadunidense en funciones en visitar el Muro de las Lamentaciones.

Recordamos el odio a los judíos. Rogamos para que ese odio nunca se repita de esa manera. Y la única manera de evitarlo es defendiéndonos», dijo el primer ministro israelí al agradecer el apoyo compromiso de Trump.

Trump, tocado con una kipá (solideo judío), participó junto a Melania, su hija Ivanka y su yerno, Jaled Kushner, en una sobria ceremonia en la Sala del Recuerdo, donde encendió una vela en honor de los seis millones de víctimas del Holocausto, sobre lápidas donde yacen cenizas halladas en los campos de exterminio.

APOYO ABSOLUTO

Poco después, el mandatario norteamericano se trasladó al Museo de Israel, donde dijo que los lazos del pueblo judío con Tierra Santa son eternos, en el último acto de su visita.

Durante el discurso Trump no anunció ninguna iniciativa específica para lograr la paz en la región, aunque alabó a israelíes y palestinos por mostrarse dispuestos a ello.

Trump aseguró que el objetivo de este, su primer viaje al exterior como presidente de Estados Unidos, era «reunir a las naciones del mundo para vencer al terrorismo» y acabar con la «horrible ideología que lo impulsa tan fuerte y rápidamente».

Dijo sentirse privilegiado de estar «en esta tierra antigua» dirigiéndose al pueblo de Israel y «a toda la gente de Oriente Medio que quiere vivir en prosperidad de seguridad» y se declaró admirado de «los logros del pueblo judío», al que prometió que su Gobierno «siempre va a apoyar a Israel».

Hago un llamamiento a todas las gentes, judíos, cristianos, musulmanes y de cualquier fe, para que se inspiren en esta antigua ciudad, que pongan a un lado las diferencias sectarias para superar la opresión y el odio y den a todos los hijos la dignidad y esperanza escrita en nuestras almas», declaró Trump.

Por su parte, Netanyahu calificó la visita de Trump de «histórica» y declaró que «Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos», desde su pueblo a los presidentes, «de Truman a Trump».

Aprovechó de nuevo para condenar el terrorismo y llamar a combatirlo «tanto si es en Europa, Estados Unidos o Israel» e instó a acabar con la financiación y recompensa del terror, en referencia a los salarios que la Autoridad Nacional Palestina da a las familias de quienes perpetran ataques contra Israel.

Presidente Trump, trabajando contigo podemos conseguir la paz entre Israel y los países árabes, incluidos los palestinos», concluyó.