Museo subacuático escondido en las profundidades del mar

Quién se imaginaría que existen más de 400 figuras arquitectónicas en el
fondo del mar? Parece increíble pensar que estas estatuas puedan soportar la presión del mar, tempestades y el exorbitante crecimiento de la flora marina. Esto es posible a través del Museo Subacuático de Arte, ¡un lugar que tú podrás visitar!

El Museo Subacuático de Arte (MUSA por sus siglas) se encuentra en las aguas del Caribe entre Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc. Su razón de ser es la creación de arrecifes artificiales que armonicen la vida del hombre y el mar. De hecho, muchas especies marinas que habían emigrado han regresado a vivir alrededor, o en estas estatuas de concreto dando vida al parque.

Los monolíticos están hechos con materiales traídos de Inglaterra, moldeados y formados con concreto alcalino, cuyo interior está fortalecido por una estructura de varillas de fibra de vidrio para evitar que el movimiento del mar mueva las estructuras o las destroce.

Cada estatua tiene su lado de fantasía, e incluso su lado humano. Son figuras que encarnan sonrisas, miradas contemplativas, procesiones en silencio. Cada soñadora estatua tiene una historia de personas de carne y hueso; de hecho, el escultor de varias de ellas, Jason deCaires Taylor, ha inmortalizado a personas, animales y objetos en sus esculturas, como el “Perro Muerto” o el muy conocido “Vochito” de la Volkswagen, en cuyo interior anida a un gran número de langostas.
“La Jardinera de la Esperanza” resalta la personalidad de una sencilla niña de cara juguetona tocándose la cara con las manos. A un lado, una regadera simboliza la esperanza de que las plantitas que están a su alrededor crecerán cada día. Cada mañana y cada tarde, entre juegos y cantos, la niña observa el crecimiento de los pequeños corales, convirtiendo su contemplación, en un instante de reflexión para el buzo visitante.

Otra escultura que destaca es el “Man on Fire”, que describe a un hombre duro de pensativa mirada y gruesos labios que busca en el horizonte alguna respuesta a su vida e inquietudes.

Una escultura recientemente esculpida es la de la “Tía Herlinda”, que encarna a una joven doncella de angelical sonrisa en cuyas manos sostiene una lámpara que ilumina a su alrededor, invitando a la reflexión personal. La “Tía Hermelinda” está ahora en el fondo del mar dando protección y ternura a lo seres marinos que se acercan a su regazo.

Para los amantes del snorkel y del buceo, el Museo Subacuático de Arte se ha convertido en una de las principales atracciones de Cancún, y en una muestra de que los sueños se pueden volver realidad; es un llamado a recrearse en el fondo marino e incentivarse a cuidar el sorprendente mundo que nos rodea.