Revelan identidad de niña hallada intacta en ataúd de 1876

En mayo del año pasado, un grupo de trabajadores encontró por accidente un ataúd mientras remodelaba el garaje de una casa en San Francisco (Estados Unidos). Estaba hecho de plomo y bronce y contenía a una niña en perfecto estado de conservación que sostenía una rosa en la mano. El hallazgo, que parecía sacado de un cuento de Gabriel García Márquez, dio la vuelta al mundo y motivó a una investigadora que se propuso determinar su identidad y por qué murió. Un año después, sus esfuerzos dieron frutos.

Lo único que se supo al inicio era que el féretro estuvo enterrado en el antiguo cementerio Odd Fellows, trasladado en 1920. Los encargados del trabajo olvidaron el cuerpo de la niña, bautizada tras su descubrimiento como ‘Miranda Eve’. Con esta pista, un equipo liderado por Elissa Debey, genealogista y fundadora del proyecto Garden of Innocence, comenzó a investigar los registros históricos del lugar y estudiar el ADN de la niña, con el apoyo de la Universidad de California, Santa Cruz (UC), hasta determinar su identidad: Edith Howard Cook.

Los investigadores buscaron entre 29,982 registros del cementerio Odd Fellows hasta encontrar el nombre de Edith, que coincidía con la edad y el motivo de la muerte de ‘Miranda Eve’. Luego rastrearon a los descendientes de su familia para comparar sus ADN.