‘No soy tu negro’, el documental que muestra la cara más cruda del racismo

La historia de los negros en Estados Unidos, es la historia de Estados Unidos… y no es una historia bonita.

Si habría que elegir un símbolo que plasmara con exactitud la esencia de los Estados Unidos, la bandera, la Estatua de la Libertad y la comida rápida serían grandes opciones, pero ninguna como el racismo para contar con precisión el devenir de la nación más poderosa del mundo. Desde sus orígenes y hasta nuestros días.

De los Apalaches a la Sierra Nevada y de los pantanos de Florida, a los espesos bosques de Washington, la historia de los Estados Unidos se ha escrito a sangre y fuego. Quien dude que el odio racial sigue presente en el seno de la sociedad norteamericana y marcó de forma decisiva cada paso en la historia de “America”, no tiene más que acudir a la sala de cine más cercana y dedicar los próximos 133 minutos de su vida para mirar: “I Am Not Your Negro” (2016). Un poderoso testimonio que rompe con cualquier idealización sobre la cuestión racial y revive, con la crudeza necesaria, el pasado oculto de un país construido sobre la supremacía blanca y el libre mercado.

“I Am Not Your Negro” es una adaptación documental de “Remember This House”, un manuscrito inconcluso de James Baldwin en donde pretendía contar la historia de los Estados Unidos a partir de la vida –y muerte– de sus tres amigos y activistas en la lucha por los derechos civiles: Malcolm X, Martin Luther King Jr y Medgar Evers; todos asesinados antes de cumplir los 40 años.

El largometraje dirigido por Raoul Peck ahonda en lo más recóndito de la memoria del País de las Barras y las Estrellas, en episodios silenciados por su dureza y momentos enterrados que es necesario revivir para entender el papel que el odio racial, la subyugación y explotación han jugado en los Estados Unidos.

Lejos de la reivindicación pop y lo políticamente correcto, “I Am Not Your Negro” ahonda en la historia de Dorothy Counts, la primera mujer afroamericana que decidió ir a una escuela de Charlotte después del fin del segregacionismo enfrentándose al lado más crudo del racismo en primera persona. El largo camino de Luther King Jr., la radicalización de Malcolm X y distintos episodios del siglo XX, hasta llegar a las revueltas de Ferguson en 2014 y la brutalidad policial contra los afroamericanos en el presente.

Todo acompañado por los pensamientos del propio Baldwin con un poderoso archivo visual y testimonios que fluyen durante una hora y media para poner el dedo en la llaga de una situación oculta bajo la bandera de la multiculturalidad y tolerancia. El documental también hace un recorrido a través de la cultura contemporánea estadounidense (especialmente la cinematografía) para demostrar no sólo el lado activo y violento del racismo, también su conformación a través de la apatía e indiferencia del resto de la población.

La crítica de Baldwin al American Way of Life y los valores que caracterizan la emergencia moderna de los Estados Unidos como depositario global de la felicidad, la democracia y los cánones liberales, no sólo se mantiene vigente por cuanto se adapta al presente con exactitud inaudita, también revela que el “correcto modo de vivir del sueño americano” está sustentado en la barbarie, desigualdad y una ilusión que se evapora tan rápido como suceden uno a uno los fotogramas de la cinta.