La organización Proyecto Gran Simio México (PGSMX), que busca sacar a grandes primates del cautiverio, obtuvo un amparo que le permite colaborar con la Procuraduría General de la República (PGR), en la investigación de la muerte del orangután Jambi, ocurrida en junio de 2015, dentro de las instalaciones del Zoológico de Chapultepec, debido a la presencia de la bacteria Leptospira, transmitida por roedores.
Lo anterior luego de que la directora de PGSMX, Paulina Bermúdez Landa, denunciara el deceso de Jambi –uno de los dos orangutanes que había en la Ciudad de México– y pidiera coadyuvar en la indagatoria.
El agente del Ministerio Público a cargo negó su colaboración al considerar que no existía ninguna afectación a sus derechos y que, en todo caso, la víctima era la sociedad por tratarse de un delito ambiental.
La denunciante reclamó ante el Poder Judicial de la Federación que la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra el Ambiente y Previstos en Leyes Especiales de la PGR había desconocido sus derechos, por lo que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, aprobó por unanimidad de sus tres magistrados, que Paulina Bermúdez Landa, tiene un interés legítimo y demostró una afectación a sus derechos fundamentales de acceso a la justicia y salvaguarda al medio ambiente.
Proyecto Gran Simio México consideró que esta sentencia constituye un paso importante porque abre la posibilidad de que la ciudadanía participe en otros casos donde acciones de particulares o autoridades están afectando el medio ambiente.
Desde abril de 2015, la agrupación defensora de los animales presentó una propuesta dirigida al Gobierno de la Ciudad de México para trasladar a Jambi y su hermano Toto, a un santuario en Brasil, debido a las condiciones precarias en las que vivían, donde se les ofrecía traslado gratuito y rehabilitación física y mental con la finalidad de mejorar su calidad de vida, en espacios amplios y abiertos por el resto de sus días.
La respuesta fue negativa por considerar que los orangutanes contaban con un excelente estado de salud en las instalaciones del Zoológico de Chapultepec, aunque tres meses después, la Secretaría de Medio Ambiente local tuvo que informar públicamente que Jambi había fallecido por leptospirosis aguda, enfermedad provocada por una bacteria presente en agua y/o suelo contaminados por roedores.
En mayo de 2016, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)realizó una inspección al Zoológico de Chapultepec, -después de seis años de no hacerlo-, donde encontró entre otras irregularidades, una gran cantidad de excretas de ratas y ratones en el área del almacén y preparación de alimentos, así como falta de tapetes sanitarios y un programa de control de fauna nociva.