El vocero del Arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera aseguró que desde el año 2014 que se presentó una denuncia penal contra el padre Noé Trujillo, la Iglesia inició un proceso canónico y quedo suspendido para ejercer el ministerio sacerdotal, y con la resolución de las autoridades en próximas semana se definirá si se le retira de forma definitiva.
Explicó que la Iglesia tiene un compromiso de no intervenir en el proceso pero hasta que quede firme la resolución y la culpabilidad del sacerdote, y será la Santa Sede emitirá la sentencia definitiva sobre si continua su labora sacerdotal o no.
Agregó que desde el 2014 el padre Noé Trujillo no ha celebrado misa ni ha participado en la entrega de los diferentes sacramentos, esto para tranquilidad de los feligreses y las victimas, y con la finalidad de no infringir ninguna ley.
“El derecho canónico pide que cuando sea vinculado alguien a un proceso, incluso cuando se entable un proceso canónico, el presunto agresor o delincuente queda fuera de circulación hasta que termine el proceso y entonces se dé una pena según el caso. Y en el caso del padre Noé la iglesia hizo un compromiso de no interferir en la administración de la justicia, los abogados son suyos y no de la Arquidiócesis, y es a título personal su defensa, y el hará lo que la ley les permita”, afirmó.
Priego Rivera manifestó que el retiro definitivo del sacerdocio le corresponde decidirlo a la Santa Sede cuando concluya el proceso legal, y a la fecha no se puede adelantar nada hasta que se agoten todas las instancias que marca la ley.
Lo anterior por la declaración de culpabilidad del cura por el delito de estupro, con una pena de dos años y medio y una multa pecuniaria de 3 mil 500 pesos, así como el derecho pagar fianza de 5 mil 500 para quedar en libertad, por lo que el vocero rechazó declarar si la pena era justa.
