En 2016, las reclamaciones por posibles fraudes cibernéticos a usuarios de la banca alcanzaron un millón 765 mil 654 casos, lo que implicó un crecimiento de 123 por ciento respecto al año pasado, informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
El presidente de organismo supervisor de las entidades financieras del país,Mario Di Costanzo, dijo que el fraude cibernético crece «de manera desproporcionada», y es el comercio electrónico en donde se tiene el mayor problema con un millón 621 mil 942 de reclamaciones.
A ello le siguen las operaciones por Internet para personas físicas, banca móvil (donde la mayor reclamación son retiros de dinero no reconocidos), operaciones por Internet de personas morales y pagos por celular, precisó.
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En conferencia de prensa, comentó que, de manera contraria, el robo de identidad mostró una disminución de 22 por ciento en 2016, con 78 mil 788 reclamaciones.
Hubo una disminución en los casos de robo de identidad de 22 por ciento, pero en su momento también advertíamos que el robo de identidad es un delito que se estaba transformando más a un fraude cibernético y los números también confirman esta situación al haber crecido el fraude cibernético 123 por ciento», sostuvo.
DEFRAUDACIÓN TRADICIONAL DA UN SALTO TECNOLÓGICO
El funcionario aclaró que hay delincuentes que comienzan haciendo un fraude«tradicional» para después migrar a plataformas tecnológicas.
Ejemplificó que un delincuente puede hacer un tallado de una tarjeta de crédito, acude al cajero automático donde puede solicitar un crédito, luego baja la aplicación móvil del banco y espera a que caiga el recurso del préstamo para después disponer del dinero.
Los fraudes tradicionales son aquellos que se reportan en:
- Terminales puntos de venta
- Comercio por teléfono
- Cajeros automáticos
- Sucursales
- Movimientos generados por el banco, otros bancos.
- Banca por teléfono
- Corresponsales bancarios.
En 2016 se registraron 3 millones 525 mil 167 reclamaciones por posibles fraudes tradicionales, cifra que implicó un aumento de casi 13 por ciento respecto a lo que se reportó el año pasado, y las solicitudes tanto del fraude cibernético como del tradicional sumaron cinco millones 297 mil 509, por un monto de 12 mil 553 millones de pesos en 2016.