Energía y minerales con plátano

Su nombre puede remitirnos a playas y regiones con clima selvático en donde se degustan bebidas y platillos elaborados con ingredientes exóticos, además de que es mencionado en repetidas ocasiones dentro de las obras literarias de los grandes escritores latinoamericanos; asimismo, su imagen ha sido retomada por artistas de diversas latitudes y épocas, como el muralista mexicano Rufino Tamayo o el artista plástico estadounidense Andy Warhol, quienes lo inmortalizaron en algunas de sus obras.
El plátano es un fruto que goza de gran popularidad en el mundo, sobre todo en los países asiáticos de donde proviene, como India, Bangladesh, Myanmar (antes Birmania), Malasia, Tailandia y China; del sur del continente africano, entre ellos Botswana, Namibia, Mozambique, Zimbabwe y Sudáfrica, así como en las regiones tropicales de México, Antillas, Centro y Suramérica, donde los colonizadores europeos introdujeron su cultivo al observar que se aclimataba satisfactoriamente.
Las distintas especies de árbol del plátano (Musa paradisiaca, nombre científico que significa «fruta del paraíso») generan frutos que, en términos generales, son de forma alargada y poseen pulpa suave y dulce que se encuentra protegida por una cáscara resistente; casi siempre son de color amarillo y se encuentran unidos en grupos llamados pencas. Sin embargo, cada tipo tiene cualidades peculiares en cuanto a tamaño, color y sabor, lo que permite distinguir numerosas variedades que tienen mayor o menor aceptación.
Así, podemos mencionar entre los más populares al plátano macho, que es el de mayor tamaño (a veces mayor a 20 cm) y que por su dureza se consume cocido, asado o al horno; morado, cuya cáscara es púrpura o rojiza y que posee la pulpa más oscura de todas; manzano, de sabor y consistencia porosa que recuerda a la manzana, dominico, dulce y pequeño (mide aproximadamente 5 cm), y Tabasco, el más popular debido a su sabor y textura agradable.
Útil en toda dieta
Una de las principales valores nutricionales del plátano es su aportación de carbohidratos, nutrientes indispensables para que los músculos cuenten con la fortaleza necesaria para desempeñar actividades, por lo que se recomienda que niños, adolescentes y deportistas incluyan esta fruta en su plan alimenticio.
A pesar de esto, buen número de individuos prefieren evitar su consumo debido a que consideran que estos compuestos (llamados también hidratos de carbono) son responsables de la obesidad, además de que generan problemas como indigestión y estreñimiento (evacuaciones molestas y poco frecuentes).
Sin embargo, estas apreciaciones son parciales y, por falta de conocimiento, han creado mala fama al banano.
Primeramente hay que recordar que el sobrepeso depende de hábitos dañinos (dieta inadecuada y falta de ejercicio), factores genéticos y psicológicos que hacen que la cantidad de alimento consumida por una persona sea mayor que la requerida por su organismo, de modo que es erróneo culpabilizar a un solo producto por este problema.
En segundo término, diversos estudios nutricionales han revelado que la cantidad de calorías contenida en un plátano mediano (66) es muy parecida a la de otros frutos, e incluso es un poco menor que la de una manzana (70), por lo que existen evidencias fidedignas que echan por tierra las acusaciones anteriores.
Ahora bien, es cierto que esta fruta puede ocasionar estreñimiento y mala digestión, pero ello se debe a dos factores:
la cantidad que se consume y su maduración. Cuando el plátano está recién cosechado y su cáscara es verde posee carbohidratos similares al almidón (fécula), de modo que alimentarse con elevado número de ellos generará problemas al sistema digestivo.
Sin embargo, los hidratos de carbono de un banano maduro se transforman en azúcar y fibra soluble, por lo que su pulpa es más suave y dulce, muy fácil de digerir e incluso se llega a emplear por especialistas en medicina naturista como remedio para mejorar el tránsito intestinal.
Cabe indicar que la adecuada digestión del fruto también depende de su buena masticación, a fin de que la saliva se integre perfectamente a la espesa pulpa, y de que el plátano no se mezcle con pan, papa, camote, frutas secas, bombones, caramelo, aceite o mermelada; en cambio, combina perfectamente con piña, naranja, manzana, higo, fresa, uva, sandía, melón, pera y naranja.
No podemos dejar de mencionar que este fruto es rico en minerales como potasio (revitaliza los tejidos musculares), calcio (fortifica huesos y dientes), hierro (ayuda a la adecuada transportación de oxígeno en la sangre) y fósforo (mejora el funcionamiento de los sistemas óseo y nervioso), además de que posee vitaminas A, C y del complejo B, que previenen el envejecimiento celular y ayudan a crear defensas contra enfermedades respiratorias, como el resfriado.
Queda comentar que el plátano es uno de los primeros alimentos sólidos que puede consumir el bebé en cuanto deja de obtener nutrientes exclusivamente de la leche materna (ablactación). Debe consumirse, preparado en papilla, a partir del periodo comprendido entre los primeros 4 o 6 meses de edad, una sola vez al día, y no deberá mezclarse con otros frutos o vegetales a fin de detectar la posibilidad de que el infante sea alérgico a él.
Uso medicinal
Desde tiempos remotos se ha dicho que el banano cuenta con propiedades ideales para el tratamiento de algunos trastornos digestivos, lo cual se ha comprobado en nuestros días gracias a investigaciones que han demostrado que la pulpa contiene sustancias con efecto antiséptico (elimina bacterias) en el conducto intestinal, suaves aceites que reducen inflamación e irritación de las mucosas (tejidos lisos que cubren el interior del sistema digestivo), además de una proteína, la pectina, que favorece la evacuación del colon.
Concretamente, se dice que cuando esta fruta se encuentra madura ayuda a aliviar molestias generadas por gastritis o úlcera (inflamación y perforación de la pared estomacal, respectivamente), además de que combate el estreñimiento y es eficaz en el tratamiento de colitis (inflamación del intestino grueso a causa de infecciones, estrés o problemas alimenticios) y hemorroides (dilatación de las venas ubicadas en el recto o ano). Por otra parte, las evidencias muestran que cuando está verde es eficaz para controlar la diarrea.
Los especialistas en medicina tradicional, asimismo, lo utilizan en otras circunstancias:
Problemas renales. Algunos de los compuestos y minerales de esta fruta hacen más sencillo el trabajo de los riñones al limpiar la sangre.
Ansiedad e inquietud. Se suele aconsejar como calmante para personas muy nerviosas.
Colesterol elevado. El plátano contiene fibra soluble, la cual reduce los niveles de este tipo de grasa en la sangre.
Problemas articulares. Es muy recomendable en casos de artritis y gota, ya que ayuda a neutralizar y eliminar a la sustancia vinculada con el dolor reumático: el ácido úrico.
Diabetes. Es bien tolerado en la dieta del paciente con esta enfermedad, ya que además de glucosa posee otros compuestos que brindan energía y causan menos estragos en el organismo (sacarosa, levulosa). Además, la fibra soluble que contiene ayuda en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Obesidad. Contrariamente a lo que se piensa, se incluye en aquellos regímenes para bajar de peso debido a que sus compuestos ayudan a sentirse satisfecho y a perder el apetito.
Prevención de enfermedades gastrointestinales. Los azúcares y fibra que contiene sirven de alimento a la flora intestinal, con lo que se impide el desarrollo de bacterias causantes de infecciones.
Prevención de infarto cerebral. De acuerdo con investigaciones recientes, el consumo diario de la cantidad de potasio contenida en un banano (4 g, aproximadamente) reduce la posibilidad de que las vías sanguíneas que irrigan al cerebro se obstruyan y generen parálisis temporal o permanente e, incluso, la muerte.
Prevención de cáncer. Este fruto es rico en ácidos fenólicos o fenoles, sustancias que al entrar en contacto con el aire generan el obscurecimiento típico de la pulpa, pero que también poseen cualidades antioxidantes, es decir, ayudan a desintoxicar al organismo y neutralizan el efecto de sustancias responsables del surgimiento de tumores, conocidas como radicales libres.
Asimismo, el plátano es aprovechado por quienes practican deportes que exigen alto desempeño durante tiempo prolongado (tenis, carreras de fondo y futbol, por dar algunos ejemplos), ya que su consumo en los períodos de descanso o al finalizar la práctica es altamente aconsejable tanto por la energía que proporciona como por su contenido de potasio, el cual ayuda a prevenir calambres.

Finalmente, sólo queda destacar que la obtención de los nutrientes del plátano es mayor cuando se consumen 1 o 2 al día, y en el momento en que la cáscara luce amarilla y con pequeñas manchas oscuras. No olvides combinarlo con otras frutas, ya que la riqueza de una dieta radica en la diversidad de productos que incluye y no en un solo alimento.