Ensaladas, saludable opción para la gastritis

Tal vez padeces gastritis o inflamación de la mucosa del estómago, y es muy probable que la enfermedad se deba a que fumas, ingieres alimentos grasosos y picantes, comes en horarios muy variables y te sometes a estrés intenso, sin olvidar que también es posible que consumas medicamentos que generan irritación o que sufras infección por la bacteria Helicobacter pylori. Todo lo anterior ocasiona secreción excesiva de ácido digestivo, el cual erosiona al revestimiento estomacal. Diversos gastro-enterólogos coinciden en que el tratamiento de gastritis se basa en tres pilares: dejar el tabaco, consumir adecuadamente los fármacos prescritos por el médico y llevar a cabo una alimentación moderada. De esta forma, eliminarás las causas de la enfermedad, mejorarás los síntomas (acidez, vientre inflamado, náuseas y vómito) y reducirás la posibilidad de padecer hemorragia debido a una lesión mayor, llamada úlcera.
Por ello,te ofrecemos nuestro “granito de arena” a través de una serie de recomendaciones dietéticas básicas y cuatro recetas de ensaladas para ayudarte a planificar tu menú. Gracias a ellas obtendrás los nutrientes que requiere tu organismo sin lesionar más a tu sistema digestivo.
Es verdad que los hábitos que ocasionan exceso de acidez estomacal pueden variar de un paciente a otro, pero a pesar de ello podemos expresar algunas pautas comunes de cuidado:
Evita el consumo abundante y descontrolado de alimentos; en cambio, come lentamente, en ambiente relajado, y mastica bien.
Procura ingerir platillos que no estén muy calientes ni muy fríos, ya que generan irritación.
No comas alimentos sólidos justo antes de ir a dormir, ya que pueden fermen-tarse en el estómago y generar molestias.
Consume preferentemente comida elaborada con técnicas que no aporten grasa: cocida, hervida, al vapor, a la plancha o al horno.
Distribuye tu alimentación en 3, 4 o hasta 5 tomas (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena), a fin de controlar la acidez.
Aprende a manejar el estrés con técnicas de relajación y ritmo de vida saludable.
En cuanto a los alimentos que deben integrar la dieta, también es posible mencionar algunas generalidades:
Excluye productos con mucha sal, azúcar y condimentos, además de conservas en escabeche, gaseosas, café, té negro y chocolate.
Elige aquellos productos que apenas necesiten grasa para prepararse.
Tomar leche puede gene-rarte alivio momentáneo, pero luego de 2 ó 3 horas te ocasionará acidez. Consume este producto con moderación, al igual que lácteos bajos en grasa, y evita por completo leche condensada y quesos grasosos o de sabor fuerte.
En cuanto a carnes, las mejores son aquellas con poca grasa: pescado, pavo y pollo. Puedes comer embutidos, siempre y cuando sean magros y sin sal.
Cereales y legumbres son generalmente bien tolerados, aunque pueden ocasionar gases. Consúmelos con moderación.
Casi todas las frutas y verduras frescas son bien aceptadas, a excepción de las que son de sabor ácido, en conserva, almíbar o confitadas. Además, es conveniente que consumas col, coliflor, alcachofa, pimiento y cebolla con moderación, porque pueden ocasionarte flatulencias.
Bebe libremente agua simple e infusiones (salvo té negro); los jugos de cítricos, jitomate o industriales pueden ser mal tolerados.
En cuanto a grasas, lo mejor es consumir aceites de oliva, maíz, cánola, girasol, soya, semilla de uva o aguacate, además de mantequilla o margarina. Evita manteca, tocino y nata.
Dicho lo anterior, podemos entender que las ensaladas son ideales para el paciente con gastritis y, por ello, te compartimos las siguientes recetas que seguramente serán de tu agrado:
Ensalada de arroz y atún
Ingredientes:
100 g de arroz
6 hojas grandes de lechuga
200 g de atún en agua
50 g de zanahorias ralladas
50 g de chícharos cocidos (si causan gases, cambie por calabazas cocidas en cuadritos)
8 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre de sidra
2 ramitas de perejil
Sal
Preparación:
Lava el arroz crudo y ponlo a cocer en un olla con agua hirviendo y sal durante aproximadamente 20 minutos. Hecho esto, pasa el cereal por agua fría y escúrrelo.
A continuación, mezcla aceite de oliva, vinagre, perejil picado y sal al gusto; aliña el arroz con la combinación resultante. En seguida, añade atún desmenuzado, chícharos y hojas de lechuga cortadas en tiras finas. Coloca la zanahoria rallada al final y, si es necesario, agrega un poco más de vinagreta o mayonesa baja en grasa.
Ensalada de alubias y salmón
Ingredientes:
200 g de alubias
100 g de salmón ahumado
1 cebolla de cambray
1/2 pimiento verde (omítalo si le causa gases)
1 jitomate
10 ml de aceite de oliva virgen
4 cucharadas de vinagre de manzana
12 hojas de lechuga (variadas)
1 diente de ajo
1 hoja de laurel
1 ramita de Perejil
Sal
Preparación:
Luego de dejarlas remojar en una cazuela con agua fría por 8 horas, cuece las alubias con agua, cebolla de cambray, sal y laurel durante 2 horas. Una vez listas, escurre y deja enfriar.
Haz una “cama” ancha de hojas de lechuga, picadas o troceadas en un plato hondo, y coloca encima las alubias combinadas con pimiento, jitomate, ajo y perejil picados. Aliña todo con aceite de oliva y vinagre de manzana y, finalmente, adorna con tiras finas de salmón.
Ensalada de zanahoria
Ingredientes:

400 g de zanahorias
200 g de cebolla de cambray
1/2 pimiento verde (omítalo si le causa gases)
1/2 pimiento rojo (puede remplazar por jitomate)
8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de vino blanco con aroma de ajo
Ramitas de cebollín al gusto
Sal
Preparación:

Corta tiras finas de zanahoria, colócalas en un cazo con una pizca de sal y poca agua hirviendo —justo para cubrir las verduras—, y permite que hiervan por 30 segundos. Luego, refréscalas bajo el chorro de agua fría y aparta.

A continuación, pela las cebollas de cambray y córtalas junto con los pimientos en tiras finas (corte en juliana). Posteriormente, coloca las tiras de zanahorias escaldadas en una ensaladera junto con las tiras finas de las cebollas de cambray y pimientos.

Prepara un aderezo con aceite de oliva, vinagre, cebollín y sal, y bate hasta conseguir una salsa homogénea. El aliño se realiza justo en el momento del consumo.