Messi da triunfo sobre el Atlético a un insistente Barça

En un ejercicio de resistencia y pericia, el Barcelona doblegó al Atlético de Madrid por 2-1, con dos golpes en ataque, los dos con algo de fortuna y el último del argentino Lionel Messi para deshacer el empate e insistir en la lucha por el título de la Liga.

El Atlético no teme a nadie. Ni al Barcelona, al «mejor equipo del mundo», en palabras de Simeone, y al que borró del terreno de juego toda la primera media hora, devorado por empuje, por ambición, por presión, por colocación y también por futbol.

No hubo rastro en media hora del Barcelona, desfigurado en cuanto el partido entró en juego, ni tuvo claro en la salida de pelota. Lo logró con vio la opción de contragolpe, muy pocas veces, con la aparición de Messi, Neymar y Luis Suárez.

El Atlético firmó entonces media hora potente, apabullante por momentos, pero sin gol.

Unas veces por las intervenciones de Ter Stegen, que voló hacia un disparo de Griezmann y que fue oportuno unas cuantas ocasiones para frustrar las anotaciones; otra por la aparición vital de Umtiti y unas cuantas más porque al Atlético le faltó el último plus en el área.

No existió el Barcelona… hasta entonces, hasta que Messi agarró una pelota en medio campo y combinó con Neymar para probar por primera vez a Jan Oblak, de vuelta al once 75 días después de su lesión. El balón terminó en gol, invalidado desde dos rechaces antes por una falta de Luis Suárez sobre el guardameta esloveno.

Luego disparó alto el uruguayo, en otro contragolpe; después voló Oblak para repeler un lanzamiento de falta de Messi y más tarde fue un cabezazo de Piqué; señales de vida de un Barcelona que, aún sin jugar bien, es capaz de inventar ocasiones de muy poco, casi de la nada.

Ya en la segunda parte, también con más balón, con menos sufrimiento y con un toque de fortuna, después de incontables rechaces dentro del área rojiblanca permitió a Rafinha poner el 0-1 en el minuto 63. Una jugada a trompicones, pero suficiente para poner el partido a su favor, invertirlo de sensaciones hasta poco después.

Hasta el minuto 70, hasta un lanzamiento de falta de Koke que peinó Godín para el 1-1, un nuevo empate para un marcador que desequilibró en el tramo final Messi, de nuevo favorecido por un rebote, como en el primer gol de Rafinha, para reavivar la lucha por la Liga del Barcelona y descartar probablemente de ella al Atlético.

Demasiado castigo para el conjunto rojiblanco, que propuso mucho y que se quedó sin nada a la misma vez que se aleja de sus objetivos; también mucho premio para el equipo azulgrana, que aún aguarda su mejor nivel.