Diego Latorre, la ‘máquina lesionada’ que eliminó al ‘Ame’

Una de las historias memorables del Clásico Joven se dio en el Invierno 1999, cuando a Diego Latorre le “estalló el cuerpo” de la emoción al convertirse en el héroe de Cruz Azul al salir de la banca para anotar y con ello dejar fuera de la Final al América con global de 2-1, en un encuentro que parecía cuesta arriba para una Máquina que jugó gran parte del partido con 10 hombres, por la expulsión de Mauro Camoranesi.
“Aquella Semifinal sin duda está entre mis memorias más salientes, son esos partidos que uno recuerda durante toda su vida. Fue en el Azteca, me parece que en el primer partido empatamos sin goles, teníamos que ganar porque el empate no nos clasificaba por posición en la tabla”, dijo Latorre.
Francisco Palencia puso al frente a La Máquina, pero Braulio Luna igualó los cartones poco antes de que finalizara la primera mitad, lo que le daba el pase a las Águilas por su mejor ubicación en la clasificación, ya que no contaban los goles anotados como visitante.
El ‘Gambetita’ no llegó bien físicamente a ese encuentro; sin embargo, Luis Fernando Tena decidió llevarlo a la banca sin imaginar que la expulsión de Mauro cambiaría el rumbo de aquel encuentro.
“En ese partido estaba lesionado, no podía hacer un esfuerzo de 90 minutos, pero antes de medio tiempo habían expulsado a Mauro Camoranesi, y Tena me ordenó ingresar, por lo que me infiltré en el entretiempo. Era un especialista en hacer goles en partidos así, me sentía más conectado a la realidad cuando estaba en partidos de esa trascendencia y era un desafío, me ponía a prueba como futbolista.
“Ingresé y creo que en una de las primeras intervenciones hago ese gol, después de un centro de Rodríguez. Me estalló el cuerpo; cuando haces un gol en esos partidos te estalla el cuerpo sabiendo lo que representa y justo ingresé casi épicamente en un partido en el que no podía correr, no podía jugar y parece que estaba predestinado a hacer ese tipo de goles”, aseguró.