El muro de Trump simboliza una postura racista: Jalil Chalita

El gobierno de México está obligado a trabajar en coordinación con los países de América latina para enfrentar la política proteccionista y separatista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló el licenciado Jalil Chalita Zarur, secretario de vinculación del comité directivo estatal del Partido Acción Nacional.
Destacó que el muro fronterizo con México que proyecta ampliar el republicano, divide a Estados Unidos con América Latina y el Caribe: » La valla parece ser la frontera entre el norte y el sur del continente «, dijo.
“México y Estados Unidos son socios importantes y se debe encontrar la forma de trabajar juntos, de una manera institucional, que apunte a resolver los problemas reales que existen en el continente”, expuso.
Chalita Zarur consideró que el muro de Donald Trump simboliza una postura racista, xenofóbica, antiinmi-grante, antilatina y de prejuicio contra la población de inmigrantes que conforman un sector importante de la población en EE.UU.
Expresó que el presidente Donald Trump también amenaza con bloquear parte de los fondos de los mexicanos a través de las transferencias de efectivo conocidas como remesas.
“Una muralla no va a detener el comercio a través de la frontera”, advirtió y añadió que resulta imposible bloquear estos recursos porque afectarían a las empresas que se benefician directamente de esta actividad.
“Trump además olvida que gran parte de ese dinero es conseguido legalmente con trabajos que los estadounidenses no quieren realizar”.
Aunque algunos estadounidenses aseguran que los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos le quitan oportunidades de empleo, sectores industriales han demostrado que no aceptan esos trabajos.
Advirtió que completar la muralla entre EE.UU. y México podría tener efectos sobre el medio ambiente y la supervivencia de especies que habitan en la zona.
En cuanto a la fauna, representaría una barrera al apareamiento entre especies que habitan de ambos lados de la frontera, por lo que reduciría la variedad genética de muchos animales, haciéndolos vulnerables a enfermedades.
“Los mamíferos cruzan la frontera entre México y EE.UU. desde entre tres y 20 millones de años atrás. La Norma Oficial Mexicana y la Ley para la Preservación de Especies estadounidense enlistan las especies amenazadas por las actividades humanas, de ellas, unas 60 habitan en la región fronteriza.”
Manifestó que la flora también sufriría con esta edificación. Así quedó demostrado luego de la construcción de la Gran Muralla China, que quebró el flujo genético de las especies de plantas que habitaban a ambos lados.
También sobre el flujo de afluentes naturales, un acuerdo de fronteras de 1970, regula la construcción de estructuras a lo largo de los ríos Colorado y Bravo en la frontera mexicana. Según el texto, las estructuras no pueden perturbar el flujo de los ríos, que pasan por Texas y Arizona.
Ante todos estos escenarios, Chalita Zarur adelantó que “seguramente grupos ambientalistas irían a los tribunales a indicar que esto sería dañino”. Además, los grupos indígenas se verían involucrados al verse impedido su cruce libremente.