La administración pública en México y en todo el mundo es algo impreciso y que debe de ir adaptándose a las circunstancias conforme se vayan presentando, desde luego dentro de un marco normativo constitucional.
El actual ayuntamiento ha llegado a la administración pública hace casi año y medio, es decir ya lleva la mitad de su ejercicio administrativo. Durante el proceso de campaña y las primeras semanas se dieron a conocer proyectos sumamente ambiciosos, que por cierto rebasaban el marco reglamentario de las actividades de los ayuntamientos según la constitución política de México.
La actual administración municipal fue cuestionada por esto aun sin embargo los seguidores de Ricardo Gallardo reiteradamente se molestaron por estas críticas bien intencionadas. Y las calificaron como «golpeteo político».
La actual administración municipal tuvo como proyecto, supuestamente en beneficio de la comunidad potosina el quitar de un día para otro el convenio a la compañía recolectora de basura que venía desarrollando su actividad ya hace algunos años en virtud de un convenio con el ayuntamiento y ratificado por el Congreso del Estado.
Este proyecto de «liberar» al ayuntamiento de este compromiso se diluyó y a casi año y medio de administración se tuvo que aceptar que la compañía continuará recolectando la basura.
También desde el inicio de esta administración se tuvo en mente y trato de aplicarse el proyecto de «limpiar» el primer cuadro de la ciudad de vendedores ambulantes; es más aún se habló de desaparecer el ambulantaje en la ciudad de San Luis Potosí. Este proyecto también se ha diluido y hoy se permite la instalación del comercio informal en cualquier parte de la ciudad incluyendo la plaza de armas.
Como uno de los proyectos más sobresalientes de la actual administración se habló insistentemente del establecimiento de una Universidad Metropolitana «para las clases más vulnerables»; al parecer este proyecto se le quería endosar a la Universidad autónoma de San Luis Potosí y al gobierno del estado.
Quienes argumentaron que ya tenían sus propios proyectos de desarrollo educativo y que además debería de hacerse un planteamiento serio para el establecimiento de una nueva institución de educación superior sobre todo teniendo un mercado de trabajo casi cerrado. Éste proyecto está también olvidado por el ayuntamiento con el enorme disgusto del presidente municipal que según se ha dicho pensaba obtener una gran cantidad de votos en agradecimiento de los jóvenes a su «obra educativa».
Otro proyecto que se le diluyó entre las manos a Ricardo Gallardo Juárez fue el llamado brazo del distribuidor Juárez, que pensaba empezar a construir con los recursos del llamado fondo metropolitano que la Federación entregaría a los municipios de Soledad y San Luis Potosí.
Lo cual debido a la situación económica por la que atraviesa el país se redujo considerablemente, la cantidad que el presidente municipal de la capital esperaba, eran 200 millones de pesos.
Además trascendió que el proyecto ejecutivo para esa obra ya había sido realizada por la SEDUVOP y por cortesía se la habían presentado a Ricardo Gallardo quien trató de apropiarse de este proyecto.
Cambiando su intención de construcción a remodelar la avenida fray Diego de la Magdalena construyendo puentes y otras obras que fácilmente superan los 200 millones de pesos; ha dicho que aunque se quede a medias él va a iniciar este proyecto. Tal vez también este se le diluyó entre las manos por falta de una correcta planeación.
Esta semana nos enteramos que el proyecto del llamado «Acuaferico” también se queda en intención solamente.
