El supuesto ataque con arma de fuego que anunció un adolescente en el plantel número 28 del Cobach generó una rápida y efectiva movilización policiaca la mañana de ayer.
Como lo anunció el Secretario de Educación Joel Ramírez Díaz, un jovencito del Cobach subió a las redes sociales que haría un ataque en su salón de clases la mañana de ayer, igual o peor que el ocurrido en la ciudad de Monterrey, por lo que la Secretaría de Seguridad Pública le dio seguimiento y detectaron el origen de los mensajes.
Sin descartar que se tratara solo de una broma, la mañana de ayer desde las seis horas, el plantel educativo prácticamente fue sitiado por patrullas y elementos policiacos, esperando la llegada del presunto asesino en potencia, ya que había sido plenamente identificado.
Elementos policiacos señalan que en las investigaciones realizadas también pudieron ubicar el domicilio particular del joven, por lo que desde antes de que pudiera salir de su domicilio a la escuela, también se sitió su casa y fue interrogado junto con algunos familiares sobre la veracidad de sus amenazas, obteniendo que todo se trató de una broma del adolescente, confesando que incluso, ya ni iría al plantel, dado que hace algunos días se había dado de baja y por eso se le ocurrió inventar esa mentira, inspirado en los hechos sucedidos recientemente en un colegio de la ciudad de Monterrey.
Los elementos policiacos no ahondaron en más detalles, sin embargo, algunos alumnos detallaron que solamente se enteraron que habían interrogado tanto al joven bromista como al padre de él, sin saber si habían sido detenidos.
Señalan que el operativo fue muy sorpresivo, por lo que casi nadie se dio cuenta de qué se trataba, creyendo que la presencia policiaca era parte de la vigilancia que se ha anunciado habría en las escuelas luego de los hechos registrados en Monterrey. Aunque algunos comentan que sí se les hizo exagerado el número de patrullas y policías, pero no sospecharon nada anormal.
Personal del Cobach 28 no quiso entrar en detalles aduciendo que no se enteraron de lo ocurrido, que seguramente la Dirección General del Cobach daría cualquier información. Solamente algunos maestros comentaron que lo único que sabían es que un alumno había hecho alguna mala broma, pero que sí había mucho nerviosismo en los directivos del plantel, por lo que sería conveniente que alguna autoridad implementara una serie de pláticas para orientar al personal sobre cómo actuar en una situación de éste tipo, que luego de este caso, podría presentarse en otra escuela, pues los jóvenes son muy bromistas y no miden las consecuencias.
Sobre el joven, se limitaron a decir que ya no es alumno del colegio y que de momento no tenían los nombres de él, ni de su padre, que a final de cuentas, cargó con la responsabilidad de la broma de su menor hijo, al parecer sin tener conocimiento de esa ocurrencia.