Películas «malditas» en la historia del cine

Un día como hoy pero de hace 58 años nació en San Luis Misuri, Estados Unidos, Linda Blair, una de las actrices más reconocida a nivel mundial por su interpretación en ‘El Exorcista’.
Para conmemorar su cumpleaños, en El Gráfico nos dimos a la tarea de recopilar las maldiciones que se vivieron durante los rodajes de algunas cintas en donde destaca el filme protagonizado por Blair.
Y es que las cintas «malditas» han sido manchadas por diferentes sucesos misteriosos e inexplicables, que han terminado en grandes tragedias.
Sorprendentemente, la mayoría de estos trabajos cinematográficos han sido relacionadas con el terror y el suspenso.
De acuerdo con El Intransigente, estas son las películas más «malditas» de todos los tiempos: Mientras filmaban la película debieron pedirle a un sacerdote que hiciera un exorcismo de verdad para alejar a los espíritus después de que ardieran varios decorados y se produjeran todo tipo de contratiempos inexplicables.
Pero la muerte también hizo su aparición en el rodaje. Según las versiones, entre cuatro y nueve personas murieron por distintos acontecimientos, dos de ellos fueron los actores principales, Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros. Además de esto, algunos testimonios afirman que Linda Blair (la niña poseída) “pronosticó” la muerte de un miembro del equipo técnico durante una de las escenas en las que hablaba simulando estar poseída. Según dicen, un maleficio se extendió entre la primera y la tercera película de esta saga del cine de terror. Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana mayor de la protagonista, fue estrangulada por su novio a los 22 años; Julian Beck, quien debía aparecer en la segunda parte, murió de cáncer de estómago a los 60 años; y Will Sampson, quien hacia de un médico indio, falleció por complicaciones en una operación a los 53 años.
Pero la tragedia más famosa de dicha franquicia es la de Heather O’Rourke, la protagonista, quien murió de un shock séptico a los 12 años, tras filmar la tercera parte de la saga. Se dice que mientras su madre se encontraba en la sala de espera del hospital, aseguró verla por una ventana y diciéndole: “Mamá, no voy a volver”. Algunos la catalogan como la película más maldita de la historia del cine, y no es justamente porque haya sido un fracaso en la taquilla. Se rodó en 1956 en el desierto de Nevada, Estados Unidos, en un lugar donde el ejército realizaba pruebas nucleares.
91 de las 220 personas que participaron del filme, se habían enfermado de algún tipo de cáncer y, de ellas, 46 habían muerto. Entre ellos se encontraban los dos actores principales, John Wayne y Susan Hayward, además, del director Dick Powell. Durante la filmación, se produjo un accidente cuando un helicóptero que volaba a una altitud de sólo 8 metros fue impactado por una explosión de pirotecnia. El resultado fue la muerte inmediata del actor Vic Morrow y los pequeños intérpretes Myca Dinh Le y Renee Shin-Yi Chen de 7 y 6 años de edad, respectivamente.
La nave se estrelló decapitando a Morrow y Le, mientras Chen murió aplastada. Los que se encontraban en el interior del helicóptero sobrevivieron.