Dieta para reducir glúteos y caderas

Nadie podrá negarlo, glúteos o nalgas resultan ser uno de los principales atractivos de la anatomía de cualquier persona, pues encierran un encanto con un trasfondo sexual que cautiva a todo el mundo. Algunas mujeres les dan más importancia que otras, razón por la cual procuran mantenerlos en buenas condiciones para que el «hechizo» no se pierda.
Empero, el trasero cumple en realidad una función anatómica importante, la de ser soporte para el cuerpo por la masa muscular que acumula, pues sin ella sería muy difícil sentarnos, levantarnos, mantenernos de pie, movernos, caminar y cruzar las piernas.
Además, ciertos estudios endocrinológicos señalan que la mayor reserva de grasa acumulada en las nalgas colabora para tener más elementos de defensa contra diabetes, infartos y otras enfermedades del sistema cardiovascular, concepto que evidentemente no todos los médicos comparten.
Ahora bien, existen diferencias fisiológicas entre los glúteos del hombre y la mujer, ya que en ésta son más redondeados, su volumen es mayor y cuentan con más tejido adiposo (que aloja grasa), mientras que en ellos su forma tiende a ser cuadrada y su músculo es más firme (aunque hay notables excepciones). Las diferencias comienzan a ser notorias desde la pubertad, pues en esa etapa de la vida las chicas empiezan a preparar su cuerpo para futuros embarazos, de modo que las nalgas se tornan pequeño depósito de tejido adiposo que ayudará a la futura madre a soportar el aumento de peso por efecto de la gestación.
Por otra parte, la forma del glúteo se va modificando con la edad debido al aumento de peso y la pérdida de elasticidad de sus tejidos. El mismo paso del tiempo hará que el depósito graso en esta región sea rebelde a ciertos tratamientos para reducir su volumen; por ejemplo, alto porcentaje de dietas para bajar de peso logran buenos resultados en otras áreas del cuerpo menos en glúteos y caderas, lo que hace que muchas mujeres recurran a tratamientos más agresivos, como liposucción y otros métodos que explicaremos a continuación.
El problema para ciertas personas, incluyendo las que apenas tienen ligero sobrepeso, radica en los lugares en que éste se acumula, pues generalmente se trata de glúteos y caderas. Cabe destacar que las medidas normales en esta región anatómica se relacionan directamente con el resto del cuerpo, y que de no haber equilibrio las nalgas serán grandes o pequeñas, y generalmente flácidas.
¿Cómo saber si hay exceso de grasa en caderas y glúteos? Podría bastar con verse al espejo, pero también hay una forma de hacer un cálculo si persisten las dudas, cuyo resultado se puede obtener mediante el siguiente método:
Empleando una cinta métrica, mide tu cintura a la altura del ombligo y a la altura más voluminosa de tus caderas.
Divide la primera cifra entre la segunda y el resultado obtenido deberá oscilar entre 0.60 y 0.85 para la mujer y entre 0.75 y 0.95 para el varón. Por ejemplo, si una chica tiene 60 cm de cintura y 90 cm de caderas su resultado es 0.66, lo que indica que se encuentra dentro de los parámetros normales.
Métodos quirúrgicos para modificar los glúteos
Los glúteos pueden disminuirse, levantarse o aumentarse haciendo uso de los siguientes métodos de cirugía estética:
Liposucción. Permite la extracción de células grasas que no desaparecen con dieta y ejercicio, no sólo en glúteos y caderas, sino también en abdomen, muslos, brazos, cuello, papada y mejillas. Una vez aplicada anestesia local, se hacen incisiones en piel de 2 a 10 milímetros para insertar a través de ellas un tubo muy fino (cánula), conectado a una especie de aspiradora que succiona la grasa.
Lipoescultura. Técnica similar a la anterior que se enfoca a extraer la grasa de los costados de las caderas o parte superior de los glúteos; sólo se exige reposo de 48 horas, además de la utilización de una faja elástica o pantimedia durante un mes. El resultado es muy satisfactorio, de ahí que sea la intervención más solicitada para disminuir el área llamada trocantérea o popularmente «pistoleras», «cartucheras» o «chaparreras».
Gluteoplastia. Generalmente se emplea para la corrección de defectos, como falta de volumen o flaccidez de tejidos; esta técnica consiste en colocar prótesis especiales de silicón en un bolsillo submuscular al que se accede por una sola y pequeña incisión; requiere anestesia local.
Dieta contra glúteos grandes
El siguiente régimen alimenticio puede ayudarte a reducir el volumen de caderas y cintura.
Hay que destacar la importancia que tiene en esta dieta la infusión de diente de león, hierba que puede conse-guirse en distintos mercados, tiendas naturistas y autoservicios, y que cumple la función de depurar al organismo y estimular las funciones del hígado.
Para prepararla, pon a calentar el equivalente a taza y media de agua, y cuando empiece a hervir agrega 6 o 7 hojas de diente de león, espera a que llegue al punto de ebullición y después déjala reposar 15 minutos antes de beberla, sin endulzarla.
LUNES
Desayuno:
1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 taza de té o café sin azúcar.
1 rebanada de pan integral fresco o tostado.
60 g de queso panela.
Comida:
60 g (en crudo) de arroz al vapor.
1 plato de ensalada verde (espinacas, acelgas, berros y lechuga).
2 rebanadas de pan integral.
2 rebanadas de piña natural
A media tarde:
1 fruta de temporada mediana.
Cena:
De 100 a 200 g de filete de pescado al horno (puede ser en microondas), aderezado con un poco de hinojo, unas gotas de aceite de oliva virgen y vinagre o limón; acompaña el plato con verduras al vapor.
2 rebanadas de pan integral.
1 yogurt natural bajo en grasa con una cucharadita de miel.
Antes de acostarte:
1 ½ tazas de infusión de diente de león.
MARTES
Desayuno:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 vaso de jugo de toronja natural.
1 cucharadita de miel.
4 galletas integrales.
60 g de queso panela.
Comida:

1 plato de brócoli y chícharos cocidos al vapor.
1 huevo hervido duro (cocido) sin sal.
2 rebanadas de pan integral.
2 kiwis.
A medias tarde:

1 yogurt de frutas bajo en grasa.
Cena:

1 plato de ensalada verde.
De 100 a 200 g de bistec a la plancha.
2 rebanadas de pan integral.
2 rebanadas de piña natural.
Antes de acostarte:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
MIÉRCOLES
Desayuno:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 taza de té o café sin azúcar.
1 rebanada de pan integral tostado.
60 g de queso panela.
Comida:

1 plato de verdura cocida al vapor.
60 g de macarrones con jitomate y albahaca.
175 g de atún en agua (1 lata).
2 rebanadas de pan integral.
2 kiwis.
A media tarde:

1 fruta de temporada mediana.
Cena:

1 plato de ensalada verde.
250 g de pollo cocido al horno sin piel.
2 rebanadas de pan integral.
1 yogurt natural bajo en grasa con una cucharadita de miel.
Antes de acostarte:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
JUEVES
Desayuno:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 vaso de jugo de toronja natural.
1 cucharadita de miel.
2 rebanadas de pan integral.
1 rebanada de jamón tipo York.
Comida:

1 plato de ensalada verde.
De 100 a 200 g de filete de pescado al horno, aderezado con un poco de hinojo, unas gotas de aceite de oliva virgen y vinagre o limón; acompañado de una papa mediana, también al horno.
2 kiwis.
A media tarde:

1 yogurt de frutas bajo en grasa.
Cena:

1 plato de sopa de verduras.
2 rebanadas de piña natural.
Antes de acostarte:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
VIERNES
Desayuno:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 vaso de jugo de naranja natural con una cucharadita de miel.
1 yogurt natural bajo en grasa.
3 o 4 galletas integrales.
Comida:

1 plato de ensalada verde con jitomate.
60 g de macarrones con calabacitas y brócoli cocidos al vapor.
250 g de pechuga de pollo a la plancha con un pimiento asado.
2 rebanadas de pan integral.
1 yogurt natural bajo en grasa.
A media tarde:

1 manzana cruda.
Cena:

1 plato de espinacas cocidas al vapor.
100 a 200 g de bistec a la plancha.
2 rebanadas de pan integral.
1 yogurt natural bajo en grasa con una cucharadita de miel.
Antes de acostarte:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
SÁBADO
Desayuno:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
1 taza de té o café sin azúcar.
1 yogurt natural bajo en grasa.
3 rebanadas de pan integral.
3 rebanadas de jamón de pavo.
Comida:

1 plato de coliflor cocida al vapor.
De 100 a 200 g de ternera a la plancha con una papa asada.
2 rebanadas de pan integral.
2 kiwis.
A media tarde:

150 g de fruta de temporada.
Cena:

60 g de macarrones con jitomate y albahaca.
1 yogurt natural bajo en grasa con una cucharadita de miel.
Antes de acostarte:

½ tazas de infusión de diente de león.
DOMINGO
Desayuno:

1 ½ taza de infusión de diente de león.
1 taza de té o café sin azúcar.
2 yogures naturales bajos en grasa mezclados en un tazón con una fruta de temporada y dos cucharadas de granola.
Comida:

1 plato de brócoli cocido al vapor.
60 g de arroz y chícharos cocidos al vapor.
1 plato de champiñones a la plancha.
250 g de pechuga de pollo sin piel a la plancha.
2 rebanadas de pan integral.
1 fruta mediana.
A media tarde:

1 vaso de jugo de naranja natural.
Cena:

1 papa mediana al horno.
De 100 a 200 g de filete de pescado al horno, aderezado con un poco de hinojo, unas gotas de aceite de oliva virgen y vinagre o limón, acompañado con verduras al vapor.
1 yogurt natural bajo en grasa con una cucharadita de miel.
Antes de acostarte:

1 ½ tazas de infusión de diente de león.
Toma en cuenta…
Con este régimen podrías bajar 1 a 2 tallas en aproximadamente 10 días; no obstante, conviene hacer el seguimiento estricto de este plan de alimentación durante tres semanas y consultar previamente con tu médico si no existen impedimentos para llevarlo a cabo.

Descansa durante siete días, procurando evitar los excesos, y reanuda la dieta otras tres semanas para obtener mejores resultados. Durante todo este tiempo se recomienda eliminar las bebidas alcohólicas o con mucha azúcar, así como dedicar por lo menos 20 minutos a cada comida o cena para realizarlas con calma, masticando los alimentos perfectamente.

Recuerda que deberás beber a lo largo del día por lo menos ocho vasos con agua (dos litros), lo cual colaborará notablemente a desechar compuestos dañinos del organismo. No olvides tampoco dedicar al menos 20 minutos diarios a hacer un poco de ejercicio, como caminar, correr o nadar, con lo que se conseguirás firmeza en glúteos y caderas.

La constancia será la clave del éxito en esta dieta y en unos cuantos días recibirás una «inyección» de autoestima al ver los efectos en tu silueta. En caso de percibir algún problema notable a causa de esta dieta, como debilidad, mal humor o somnolencia, suspéndela y acude a un nutriólogo para recibir asesoría respecto a posibles deficiencias en tus hábitos alimenticios.