La General Motor se suma a las empresas automotrices de origen estadounidense que han decidido no invertir más capital en México, e incluso, despedirán a cuando menos 400 personas.
Este día la GM anunció en sus oficinas centrales de la Unión Americana, que invertiría casi mil millones de dólares y que además, trasladará parte de su producción a los Estados Unidos para crear siete mil nuevos empleos.
Esto implicaría trasladar de los talleres de México la producción de ejes para sus camionetas a Michigan. Medida que dejará sin empleo a unas cien personas en México, según la armadora..
El comunicado de la empresa automotriz agrega que la inversión anunciada se suma a los casi 2 mil 900 millones de dólares que ya había anunciado GM el año pasado para los Estados Unidos.
Aunque solamente se dice que cien personas quedarían sin empleo en la GM de México, medios nacionales han externado que podrían quedar sin trabajo más de 400 personas, incluyendo algunas decenas de la armadora que está en el territorio de San Luis Potosí.
Aseguraron noticieros matutinos que entre Guanajuato y San Luis Potosí, podrían verse más perjudicados por la medida de la General Motors, sin descartar a personal de Coahuila.
Lejos quedaron ya los discursos en que el Presidente Enrique Peña Nieto agradecía a la GM su confianza en México, cuando ésta anunciaba en 2013 y en 2015 sus últimas inversiones.
Hace unas semanas San Luis Potosí vivió un episodio amargo al cancelar la Ford Motor Company un convenio con el gobierno mexicano de construir una planta armadora con un capital de mil 6oo millones de dólares y la generación de mil 800 empleos directos y otros miles más de indirectos.
Posteriormente la Fiat Chrysler anunció que se sumaba a las marcas automotrices con planes de invertir en los Estados Unidos y producir allá vehículos que se producen en México.
Faltan escasos tres días para que el nuevo mandatario estadounidense tome protesta y notas periodísticas señalan que en sus primeros cien días de trabajo Donald Trump va contra China, contra los migrantes, contra los diversos tratados comerciales y ambientales que han firmado sus antecesores, y sobre la corona de sus promesas, que México le pague el muro con un impuesto a las remesas que nuestros paisanos mandan a sus familias en el país mexicano. Y por último resaltan que el gobierno federal de México está impávido, callado, sin un as bajo la manga, y sin mostrar capacidad de reacción.