Ya lo pasado, pasado…

Evocando el canto del príncipe de la canción, José José, mi sugerenciaes que entendamos que lo hecho, hecho está y que lo que ya pasó, notiene remedio; que dejemos de pensar en ello y en lo lamentable quehaya sido, para concentrarnos en imaginar lo que se nos viene comofuturo, de manera que podamos prepararnos y actuar en consecuenciacomo mejor nos convenga. Es por ello que, ante la inminencia de estecambio de año, he querido compartir algunos puntos de vista,personales y otros que aborda CONTORNO en su último reporte especial,en relación a posibles escenarios para el 2017.
En primer término, conviene tomar nota de que las publicaciones queanalizan escenarios para el año próximo, en general coinciden en quepersistirá un deterioro global del comercio, en el que surgirán o seprofundizarán políticas proteccionistas que podrían aislar aimportantes economías de la comunidad internacional. Todo ello puedetraducirse en la persistencia de un nivel bajo de crecimiento, quepodría situarse alrededor del 2% en promedio entre los países miembrosde la OCDE.
Según la misma OCDE, podrá esperarse un crecimiento global de 3.4%, previendo que las economías norteamericana y canadiense lo harán a unritmo de alrededor de un 2.1%, mientras que países de Europa talescomo Alemania, Francia e Inglaterra se prevé que alcanzarán tasas cercanas al 1.2%. Según estos mismos pronósticos, seguirán siendoChina e India los más dinámicos creciendo a tasas mayores el 7.5%.
En cuanto a lo que pudiera esperarse en nuestro país vecino, pese aque las señales que ha enviado Donald Trump con sus propuestas paraintegrar su equipo parecieran confirmar las intenciones que habíavenido anunciando, prefiero ser prudente y no adelantar un pronósticomás definitivo, dado que  me parece que pronto enfrentará resistenciaspolíticas de consideración, tanto dentro como fuera de su país.
En el ámbito interno, pese a la mayoría que detentan los republicanosen el Congreso, sigo pensando que habrá resistencias procedentes deimportantes actores de su propio partido que tradicionalmente han sidofavorables al libre comercio y a una total libertad para que lasempresas tomen sus decisiones, sin interferencia del gobierno.
En esemismo marco se inscriben, creo yo, los encuentros con importantesempresarios, como Carlos Slim, con los que Trump ha decidido sentarsea la mesa a conversar seguramente de lo que significa aquello que elmagnate mexicano le advirtió, respecto a la diferencia entre serborracho y ser cantinero. Ha llegado el momento de que, aquellos queconcretan los miles de millones de dólares que van y vienendiariamente entre los países de Norteamérica, gracias al librecomercio, expresen sus preocupaciones.
Creo también que no tardan en aparecer en escena esos pesadostecnócratas, especialistas en aquello de las cuentas públicas y loschocantes déficits, para advertir sobre las limitaciones reales queexisten para poner en marcha programas tan ambiciosos como los quetienen que ver con la reactivación de las manufacturas o laconstrucción de obras de infraestructura, especialmente cuando se haoptado por recortar los ingresos gubernamentales, a través deimportantes reducciones de impuestos a las empresas. Así las cosas, elescenario más probable para el 2017 en los EUA, a mi parecer, estámarcado todavía por la incertidumbre.
En el ámbito externo, Estados Unidos encontrará límites para alejarsede los compromisos internacionales adquiridos en comercio, cambioclimático y seguridad. Al igual que Obama, Trump enfrentarádificultades para cambiar las acciones militares de su predecesor.
Enel caso del cambio climático, los principales países del mundo hanalcanzado un acuerdo global para combatir emisiones e iniciar uncambio tecnológico en energía. Resulta aventurado en efecto, anticiparque Trump puedadejarlo así como así, pero ello no debe impedir queanticipemos inconvenientes para su fluida implementación.Para el caso de Asia, es importante poner atención en lo que puede suceder con la política exterior de China, ante el vacío de poder aque puede dar lugar una política aislacionista de Trump. Ciertamente,el gigante asiático ha concentrado su política exterior en sus
relaciones comerciales, pero no podemos ignorar las acciones militaresque ha llevado a cabo en su frontera con Japón, ni las cuantiosasinversiones que sigue haciendo en el sureste asiático.
Adicionalmente al Brexit y sus posibles efectos, para el caso deEuropa deberemos tomar en cuenta la debilidad de AngelaMerkel y supartido, así como lo sucedido en la política francesa, donde hemosvisto la renuncia de un presidente Hollande, cuya popularidad llegó al4% a pocos meses de las elecciones que, por cierto, apuntan a MarineLe Penn como una amenaza para los demás partidos. En ambos casos,parece imponerse una línea dura en lo que hace a los temas de migración y refugiados.
Otro frente que merece nuestra atención lo constituye la puesta enmarcha, de los Objetivos para el desarrollo Sustentable (17 objetivosacordados en el seno de la ONU en 2016), que sustituyen a losObjetivos del Milenio, destacando, debida su importancia para México,la posición adoptada por la Organización Mundial de Turismo, alsumarse a esta agenda, declarando al 2017 como el año del TurismoSustentable para el Desarrollo.
Por lo que hace a nuestro país, la OCDE estima que México crecerá a2.3% durante 2017, principalmente debido al consumo interno, el cuálcrecerá a 2.4%. Asimismo, se espera una in?ación de 3,5 durante 2017 yuna tasa de desempleo de 4.1, ambas variables, más elevadas que lasregistradas durante 2016. La Organización espera un escenario exteriormás débil con unas exportaciones creciendo a 4.3%; un nivel bajo si secompara con el crecimiento de 9.1% durante 2015.
Las mediciones del Banco de México sobre la opinión del sector privadoacerca de la economía muestran un cambio percepción entre enero ydiciembre de 2016.
Los dos temas que han crecido en la preocupación delos empresarios son: la debilidad del mercado externo y laIncertidumbre cambiaria. Los empresarios esperan un cambio en lasreglas de los bienes que exportan y variaciones más drásticas en eltipo de cambio.
Sin lugar a dudas, 2017 será ya un año marcado por el procesoelectoral de 2018, lo quieran admitir o no en el gobierno. De hecho,2016 ha sido ya un año de reajustes en el gabinete y en general en elpoder público, lo que vemos marcadamente en eventos como la renunciade Agustín Carstens al Banco de México, los desencuentros delSecretario de Desarrollo Social con legisladores, los cambios en SFP yPGR o la profusión de rumores sobre inminentes cambios y retornos alequipo presidencial.
A todo esto, agreguemos como un elementodeterminante del escenario político electoral el proceso que se viviráen el Estado de México, el cual resulta crucial para Enrique PeñaNieto.
Veremos hacia adelante qué sucede y en futuras entregasdediquemos espacio a pensar juntos en lo que México deberá hacerfrente a estos escenarios, sin olvidar que ya lo pasado, pasado…