Pamela tiene ilusión de celebrar sus 15 años; tras explosión tiene 92% de quemaduras en su cuerpo

Pamela es una niña que mide 1.40 metros de alto, de piel blanca y cabello negro chino. Su ilusión es festejar sus 15 años. Tiene 13 y resultó con quemaduras en 92% de su cuerpo tras la explosión del martes en Tultepec, Estado de México.

Desde hace cuatro años la adolescente acudía al mercado de San Pablito para comprar fuegos artificiales y vendérselos a sus primos y amigos; en esta ocasión quería surtirse de ratones y ramitas de luces de bengala para la Navidad, relataron sus tíos María de Lourdes Villanueva Ramírez y Alberto Pacheco, afuera del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

María de Lourdes Villanueva recordó entre llantos que su hermana Erika y Pam, como la llaman de cariño, la invitaron a acompañarlas a comprar cohetes, pero no fue porque le iban a pintar su zaguán.

Me dijo: voy a ir a los cohetes, ¿no vas?. Le dije que no. Es que me van a pintar mi zaguán. Mejor te invito a comer cuando regreses. Me dijo que pasaba cuando regresara y ya no la vi”, lamentó entre sollozos.

Pamela sobrevive con daños renales en el área del Centro de Investigación y Atención a Quemados (CENIAQ), pero su mamá no, el cuerpo de Erika Villanueva Ramírez, quien acompañó a la menor a surtirse, fue identificada por otra de sus hermanas en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Barrientos.

Los familiares de Pamela dieron con ella hasta las 02:00 de la mañana, primero había sido trasladada a la Cruz Roja de Polanco y ante la gravedad de sus quemaduras fue llevada al INR. Estuvo durante el día en calidad de no identificada.

Perdió una esposa y lo asalta la incertidumbre de no saber si su hija sobrevivirá.

La familia vive en el municipio de Nicolás Romero, lamadre de Pamela era vendedora de bienes raíces. El padre, identificado como Mario Rogelio Trujillo, entró abatido al área especializada en quemaduras del gobierno federal.

La tía de Pam lo único que le pide a Dios es que la menor logre ser estabilizada para ser enviada al Shriners Hospitals for Children, en Galveston, Texas, con la ayuda de la fundación Michou y Mau.

Yo le pido a Dios que la estabilicen para que la trasladen y tener mejor atención en Texas”, dijo.

Los primos de Pamela, Anel Adriano Ayala y Jorge Israel Romero García la describieron como una niña inteligente que tenía una beca de apoyo económico en su secundaria, Quetzalcóatl número 67, en el municipio de Nicolás Romero.

Sentados en una jardinera, dijeron que la ilusión de Pam era su fiesta de 15 años.