Dorado con sal, chile y empanizado para botana, así como en tacos con tortilla recién hecha, tortitas de charal (tipo camarón), con mole y nopales, son entre muchas otras formas cómo se pueden degustar los charales, pescaditos de unos ocho centímetros, típicos del Lago de Chapala.
El Lago de Chapala, embalse jalisciense considerado el más grande de México, produce una especie de pez denominado charal, que en su edad adulta mide poco más de ocho centímetros y que tras su captura se convierte en un platillo llamativo y muy nutritivo principalmente en calcio.
Las amas de casa de la zona de la ribera de Chapala también suelen preparar el charal en tamales y hasta en omelette, mientras que los restaurantes ubicados a orillas del lago y los comercios que atienden a los visitantes regularmente los ofrecen como botana.
En entrevista con el propietario de Productos del Lago, Abel Mendoza, precisó que una vez que los pescadores les entregan los charales se dan a la tarea de lavarlos y seleccionarlos, debido a que pueden venir con ellos otras especies como mojarra criolla que no les sirve.
Añadió que los charales se preparan dorados con chile, con sal, empanizado con chile y empanizado, además en la empresa familiar a su cargo elaboran también el chicharrón de pescado de tilapia y cocinan hueva de pescado o »caviar del lago».
»El dorado empanizado es el más vendido y una vez que está seleccionado y debidamente lavado se coloca en una mesa para ser empanizado con harina de trigo y un poco de sal, se lleva a las freídoras donde se dora por 25 minutos, se saca y se instala en un centrifugador para quitarle un gran porcentaje del aceite», explicó.
Añadió que una vez preparado se ponen los charales en cajas para su distribución. »En el caso de nosotros los enviamos a Monterrey, a Saltillo, a Chihuahua y al Distrito Federal», comentó Abel Mendoza, quien agregó que muchos pedidos los hacen en el mismo negocio.
Subrayó que el charal es una importante fuente de proteína pero lo »más maravilloso es el calcio que provee a las personas, incluso los especialistas aseguran que tiene más calcio que la leche, las tortillas y cualquier otro tipo de alimento», aseguró.
Mencionó que muchos clientes llegan a comprarles charales por indicaciones médicas, ya que »está comprobado que con sólo 10 o 15 charalitos diarios una persona puede solucionar sus problemas de salud a causa de la falta de calcio y como es calcio natural no provoca piedras en el riñón como las pastillas», dijo.
Dio a conocer que de diciembre a julio son los meses más importantes para la producción del charal, pero en realidad todo el año se captura esta especie de pez pequeño que es delgado, comprimido, cubierto de escamas y con una banda plateada en los flancos.
Jalisco, con una producción el año pasado de 975 mil 524 kilogramos de charales, es la entidad que lleva la delantera en esta especie, entre los estados de Campeche, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán y Tlaxcala que también son productores, ya sea en embalses naturales o en granjas. Chapala significa “lugar de búcaros u ollas pequeñas” (náhuatl); “lugar muy mojado o empapado” (coca), o el “lugar de chapulines sobre el agua” (náhuatl).
En sus orígenes Chapalac o Chapallan fue un asentamiento prehispánico cuya antigüedad más remota es encontrada en el siglo XII de nuestra era, cuando una migración de tribus (origen náhuatl provenientes del noroeste del país) alcanzaron estas latitudes, encontrando la ribera norte del lago sumamente poblada, como lo refiere Fray Antonio Tello, fraile y cronista franciscano.
A finales del siglo XIX con la llegada de extranjeros que atraídos por la belleza de la ribera y las bondades de su clima, construyeron las primeras fincas “veraniegas” que poco a poco fueron transformando el paisaje de esta “aldea de pescadores”.
Entre las dos primeras décadas del siglo XX se construyen el Palacio Municipal y la antigua estación del primer y único servicio de ferrocarril que operó y comunicó a Chapala a través de la ciudad de Guadalajara hacia el norte del país, y a través de la ciudad de México con el resto del mundo. El edificio de la Antigua Estación de Ferrocarril además de ser considerado el baluarte de la ciudad, representa el despegue de la Gran Época de la Ribera Chapálica.
Entre los atractivos arquitectónicos podrá visitar el Palacio Municipal, la Antigua Estación de Ferrocarril, el Hotel Nido y el edificio anexo; las fincas ubicadas en el Paseo Ramón Corona: todos de estilo renacentista. También se puede apreciar la arquitectura del Restaurante Cazadores de estilo victoriano. En cuanto a los inmuebles de carácter religioso se cuentan las Parroquias de San Francisco de Asís en Chapala y la de San Andrés en Ajijic, ambas de estilo renacentista.
Porsupuesto no se puede ir sin visitar su mayor atractivo, o sea El lago de Chapala, donde es posible realizar distintas excursiones y paseos en lancha por el lago, y visitas a las islas. La visita a la Isla Alacranes toma dos horas, para descansar en restaurantes de comida regional, o a la Isla Presidio, que toma 4 horas, visitando el monumento nacional de las ruinas del fuerte que alguna vez presenció la histórica Batalla de Mezcalá.
Uno de los atractivos más conocidos de la zona, son sus balnearios naturales, que proporcionan un estado de relajación y de terapia natural. El balneario mas popular se encuentra en San Juan Cosalá, entre los poblados de Ajijic y Jocotepec, el cual tiene aguas termales naturales y varias piscinas para los visitantes, tres hoteles y un restaurante.
Para los visitantes y familias que desean algo más emocionante, pueden visitar Tobolandia, un parque de diversiones acuáticas (no termales) con toboganes y múltiples diversiones para todas las edades.
Cuenta tambien con dos campos de golf, spas, canchas de tenis, centros de entretenimiento, etc.
La vida nocturna es diversa, es posible encontrar sitios para bailar o tomar una copa, por lo general con música en vivo, restaurantes y bares de todo tipo.
Para quienes gustan de la naturaleza, es posible visitar senderos en los bosques, que lo guían a cascadas y aguas termales que podrá encontrar en los mapas de la zona. También podrá admirar vestigios depinturas rupestres que se encuentran en el lado oriente de la barranca.
En artesanía destaca la elaboración de piezas de cantera, madera tallada, vestidos típicos, hilados, tejidos de seda y artículos de alfarería, cerámica, bordados, tallados de madera y de hueso.
También le recomendamos probar su comida típca como son:Caldo michi, charales, bagre, pescado blanco, caviar y birria de carpa, cebiche y una amplia diversidad de alimentos preparados con las especies del lago; dulces de leche quemada, tamarindo, guayaba, jamaica y arrayán y rompope, ponche, tequila y sangrita.
Los visitantes a la Ribera pueden encontrar en toda la zona, una gran diversidad de lugares para su estancia, como lo son bungalos, casitas, hoteles, B&B, hoteles desde 5 estrellas con piscinas cristalinas y vistas panorámicas extraordinarias, hasta la sencillez y comodidad de los hostales, en callecillas empedradas y sencillas. Los servicios e instalaciones son muy variables, pero es seguro decir que habrá un sitio ideal y a la medida de cada persona y su presupuesto.