El futbol fue una bendición: Leiton

Juradó es un pueblo pequeño al Norte de Colombia, cerca de la frontera con Panamá, donde viven no más de cinco mil habitantes.

Hace 15 años los lugareños se dedicaban a sembrar la tierra entre semana y a disfrutar de la playa los domingos, hasta que el flagelo del narco los encontró detrás de la Quebrada de Leharagó, muy cerca de donde Sudamérica se vuelve Centroamérica.

La tentación del dinero fácil se empezó a comer a las generaciones más jóvenes de Juradó, menos a Leiton Jiménez Romero, quien a los 12 años huyó de todo eso a bordo de un balón de futbol.

El defensa del Atlas —su cuarto equipo en México—, reconoce que el futbol le alejó de caer en esa tentación y a cambio, lo depositó en una vida plena para él y los suyos.

“En mi infancia no había tentaciones, pero a medida que pasaron los años llegó el narco”, rememora el recio zaguero central. “Yo me crié en un ambiente muy de pueblo, de estudiar y ayudarle a mi papá en sus labores del campo. Mi papá sembraba y criaba cerdos y a mí me encantaba estar con él, me encantaba ese ambiente. No teníamos de sobra, pero tampoco nos faltaba nada”.

“Después llegaron la droga y todo eso que daña el entorno de un pueblo y empecé a perder muchos amigos de la infancia por este mal. Hoy pienso que si me hubiera quedado en mi pueblo pude haber terminado metido en eso porque se tornó la única salida, la gente dejó de sembrar, abandonó al ganado y se dedicó a trabajar en eso porque dejaba más ganancia. Varios de mis amigos dejaron de estudiar para meterse en eso y hoy o ya están muertos o están en la cárcel”, dice Leiton con los ojos perdidos, como si recordara cada rostro.

El escape

Al cuestionársele sobre si el futbol fue su escape, el jugador del Atlas reconoció que  de cierta manera así fue. “Pude haber dado ese mal paso (de entrar al mundo de las drogas) y sí, el futbol me salvó”.

“Cuando juegas futbol te haces de muchas amistades, y en mi pueblo yo tenía muchos amigos y varios de ellos me podrían abrir la puerta a que me metiera a ese ambiente. Obviamente tú siempre quieres que tu mamá y tus hermanos siempre estén bien y por eso mucha gente cae en la tentación, yo me hubiera podido encaminar a algo malo y afortunadamente yo tuve la oportunidad del futbol porque fue mi escape para una vida mejor, pero no sólo para mí, sino para mi familia”.

Gracias a esa puerta que se le abrió, los hermanos del zaguero central pudieron estudiar, y ahora “mis sobrinos también estudian en buenas escuelas, mis hijos, por supuesto. El futbol fue una bendición”.

Por raro que parezca, el otro sueño que tenía Leiton no dependía de sus habilidades con el balón, pero era más lejano que jugar profesionalmente al futbol. “Yo tenía el sueño paralelo de ser ingeniero agrónomo y siempre he querido tener ganado. Tenía un tío que tenía ganado y en mis vacaciones me gustaba pasármela con él ayudándole con los animales. La vida te pone en el camino correcto porque en ese entonces seguramente mi madre, que se acababa de quedar sola, no hubiera podido pagarme la carrera”.

LOS TÓPICOS DE LEITON

Su peor momento
“Mi papá falleció el año en que yo empecé a jugar como profesional en circunstancias que no me gusta recordar porque fue algo muy fuerte, que me pegó muchos años y que gracias a mi familia logré salir adelante”.

Su peor torneo
“Llegué a Tijuana brillando después de un gran semestre en Veracruz, pero la realidad es que no pudimos funcionar en ese año, de hecho Tijuana no funcionó como equipo. Fue mi peor año como profesional, quiero olvidarlo y hacer las cosas bien con Atlas”.

Defensa goleador
“Después de lo que hice en Veracruz es curioso que la gente siga esperando que haga muchos goles cuando en realidad soy defensa. Me encanta anotar, no es lo mío porque soy un defensa y le tengo que dar seguridad al equipo, pero tengo ese plus”.

Dónde aprendió a anotar
“Jugaba como delantero porque era de baja estatura y muy rápido, aparte todos los niños quieren hacer goles, conforme fui creciendo me mandaban cada vez más atrás; yo debuté de lateral izquierdo hasta que me pusieron de central, que es donde me desempeño mejor”.

LA FRASE

“Me encantaría echar raíces acá (en Atlas), es un equipo con una afición maravillosa.”

Leiton Jiménez, jugador de Atlas