Un fósil de una ballena prehistórica da claves sobre su evolución

El fósil del cráneo de una ballena prehistórica dio las claves para entender cómo estos mamíferos marinos pasaron de tener dientes a «barbas», informó hoy el Museo de Victoria, en Australia.
El fósil del ejemplar bautizado como «Alfred», que se presenta hoy en Melbourne, pertenece a una ballena del extinto grupo de aetiocétidos, de unos 25 millones de años de antigüedad y que fue hallado en la costa noroccidental de Estados Unidos.
Las características de los dientes de «Alfred» suponen una evidencia única de los comportamientos alimenticios de estos enormes mamíferos poco antes de que éstos perdieran sus dientes para pasar a tener barbas, indicó el museo en un comunicado.
«Alfred», pese a tener dientes, es uno de los primeros antepasados de los primeros misticetos modernos, también conocidos como ballenas barbadas modernas, y que incluye a las ballenas azules y las jorobadas.
Los misticetos modernos tienen una estructura en la mandíbula superior parecida a pelos o cerdas que le sirve para filtrar grandes cantidades de plancton y krill del agua.
«La alimentación a través de la filtración es la clave del éxito evolutivo de las ballenas barbadas», dijo Erich Fitzgerarld, comisario del departamento de Paleontología Vertebrada del Museo de Victoria, que realizó el estudio con la Universidad de Monash de Melbourne. Fitzgerald señaló que desde la época de Charles Darwin los científicos han estado intrigados por la forma cómo los misticetos hicieron este cambio evolutivo y pasaron de morder a la presa con los dientes a filtrarla.
El estudio, que situó la adaptación del aetiocétido del Oligoceno tardío en un período más cercano al origen de las ballenas modernas de lo que se creía, encontró que los dientes de «Alfred» tenían rasgaduras horizontales en la superficie interior.

«Esto sugiere que habría succionado pequeñas presas con su boca, como si hubiera sorbido un batido con una pajilla», indicó David Hocking, investigador asociado del museo y la universidad.

Esta características se dan en algunos mamíferos marinos que suelen hacer movimientos hacia adelante y atrás con su lengua para succionar a su presa y ocasionalmente material áspero como la arena.

«(Las ballenas) pasaron primero a alimentarse por succión. Esto llevo a reducir la necesidad de dientes de manera que con el tiempo los dientes se perdieron y apareció la barba de la ballena», dijo otro investigador de ambas instituciones, Felix Marx.