Deforestación arrasa con la Amazonia; registra peor nivel en casi una década: INPE

La deforestación de la selva amazónica brasileña creció 29 por ciento anual y alcanzó los casi ocho mil kilómetros, lo que pone en duda los compromisos internacionales del país en materia de cambio climático, según datos publicados aquí.

Datos colectados por satélite y publicados ayer por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) indican un neto aumento de la deforestación de los bosques amazónicos, con una destrucción por corte raso de ocho mil kilómetros cuadrados entre agosto de 2015 y julio de 2016.

Se trata del índice de deforestación más alto en el Amazonas brasileño desde 2008, cuando comenzaron a caer los índices de destrucción de los bosques gracias a la intensificación de la fiscalización por satélite.

Con una extensión cercana al 63 por ciento de todo Brasil, el bioma amazónico está fuertemente presionado por intereses madereros y de agricultores latifundistas, que abogan por la destrucción de áreas de bosque para el plantío de monocultivos como soja o maíz, así como la crianza de ganado.

SITUACIÓN ALARMANTE

Datos de organizaciones no gubernamentales brasileñas señalan que en tres décadas cerca del 20 por ciento del Amazonas brasileño habría sido consumido por el fuego y –en su mayoría- sustituido por pasto para ganado y plantaciones de soja.

Los estados que más deforestación registraron fueron Pará (norte) -uno de los estados más conflictivos de Brasil en cuestiones vinculadas a la ocupación de tierras públicas y el asesinato de activistas medioambientales-, así como Mato Grosso y Rondonia.

El ministro de Medio Ambiente, Sarney Filho, dijo ayer que el país debe actuar para revertir esta tendencia, no solo por la destrucción de la mayor reserva biológica de planeta, sino por los compromisos de Brasil para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en el marco de la Conferencia de París.

La quema de bosques y la producción de ganado son la principal causa de emisiones de gases con efecto invernadero en Brasil, y suponen cerca del 69 por ciento del total de emisiones del país.