El EI ataca a peregrinos chiítas; mueren 75

En venganza por las acciones que el Ejército iraquí y la coalición liderada por Estados Unidos, están haciendo en Mosul, principal bastión del Estado Islámico, el grupo terrorista asesinó ayer a 75 peregrinos chiítas con un ataque en la ciudad de Al Hala, al sur de Bagdad.

A través de un comunicado de prensa difundido por internet, el grupo yihadista dio detalles del ataque en que un terrorista hizo estallar un vehículo cargado de explosivos en la ciudad iraqupi. La mayor parte de las víctimas fueron peregrinos iraníes, que habían acudido a Iraq para participar en la conmemoración de los 40 días del aniversario de la muerte del imán Huseín, nieto del profeta Mahoma.

Asimismo, el grupo extremista advirtió a los chiítas que “las llamas de la batalla de Mosul les alcanzarán en Bagdad, Kerbala y Nayaf”, las dos últimas santuarios sagrados para estos fieles.

Según diversas fuentes, el atentado tuvo como objetivo los peregrinos que viajaban en autobuses para regresar a su país y se detuvieron en una zona de descanso, junto a una gasolinera en la zona de Al Shumli, en el este de Al Hala.

Algunos testigos afirmaron que el terrorista estaba siguiendo los movimientos de los peregrinos y eligió hacerse estallar en ese lugar, donde se congregó gran número de personas.

El Estado Islámico perpetró ayer varios ataques en diferentes barrios de la capital iraquí, que causaron al menos siete muertos y 18 heridos, señaló una fuente de seguridad.

El vicepresidente iraquí, Osama al Nayifi, condenó los atentados en un comunicado, y afirmó que “el terrorismo otra vez tiene como objetivo a ciudadanos inocentes, lo que confirma su brutalidad y su lejanía de cualquier valor”.

SABER MÁS

Una férrea lucha en progreso

Las fuerzas iraquíes libraron ayer un combate con el grupo Estado Islámico (EI) en el interior de Mosul, aumentando la presión sobre los yihadistas que no tienen vía de escape.

Maan al-Saadi, comandante del Servicio de contraterrorismo (CTS), aseguró que ya han tomado el control de más de 40% de la ciudad.

“No pueden huir. Tienen dos opciones: rendirse o morir”.

CRÓNICA

Mohamed,  a sus 16, es un “cachorro del califato”

“Me uní al Estado Islámico (EI) con 13 años y combatí con ellos después de recibir un curso de entrenamiento, con el que me convertí en francotirador”, dice Mohamed Ahmed al Yaburi, que con 16 años es uno de los miembros menores del grupo yihadista, conocidos como “cachorros del califato”.

Detenido ahora por las fuerzas iraquíes, Mohamed cuenta cómo fue su tío paterno, responsable militar de la organización yihadista en la provincia de Nínive, quien lo introdujo en las filas del EI en la zona de Nimrud, al sureste de Mosul.

Antes del curso de entrenamiento, que recibió en Siria, Mohamed fue encargado de supervisar varios puestos de control del EI dentro de Mosul y en el área de Nimrud: “Después de un mes en Siria entrenando y cavando zanjas, volví a las filas del Estado Islámico como combatiente y los acompañé en las batallas”.

El “cachorro del EI” fue detenido el pasado 17 de noviembre por las fuerzas iraquíes junto a otros cuatro adultos, cuando salían con un grupo de mujeres del pueblo de Al Numaniya, en Nimrud.

Según Saad al Taii, miembro de la Inteligencia militar, “la apariencia de Mohamed no sugería que fuera un terrorista, pero algunos civiles lo delataron ante las fuerzas de seguridad, a las que informaron del momento en el que salía” del pueblo con esos ciudadanos.

Ahora será trasladado a Bagdad, donde permanecerá en un centro de detención, quizá hasta la caída de Mosul, cuando deberá responder ante un tribunal de menores y se decida si es necesario que reciba apoyo psicológico para favorecer su reinserción en la sociedad. Ya que, para contrarrestar la ideología inculcada por el EI a los menores, las autoridades tienen un programa de rehabilitación.

El presidente de la Asociación iraquí de Protección de la Infancia y los Derechos de las Familias, Mahed al Obeidi, cuenta que, desde junio de 2014 el EI ha reclutado a cuatro mil 500 niños. Esos menores “comenzaron a recibir una educación que promueve la violencia, el asesinato y que tiene como objetivo lavar el cerebro de los niños. Dáesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico) cambió los programas de enseñanza en los cursos de primaria y los enfocó en métodos sangrientos”.

Por ello, muchas familias rechazaron enviar a sus niños a las escuelas en las zonas que están bajo control del Estado Islámico, “lo que provocó la ira entre los yihadistas”.

Detalla que el EI creó centros de propaganda en Mosul y reclutó a niños de las cárceles, escuelas y mezquitas, que “pasaron de ser víctimas a asesinos”. Los convierten, como Mohamed, en “cachorros del califato”.