La Policía keniana mata a cuatro miembros de Al Shabab

La Policía keniana mató anoche en el noreste del país a cuatro terroristas de la milicia islamista Al Shabab que tenían planeado atentar contra una comisaría en esta zona fronteriza con Somalia, informa hoy el diario Standard.

«Nuestros hombres evitaron un ataque contra una comisaría de Policía y otros infraestructuras e hicieron importantes incautaciones. La operación continúa», declaró el coordinador regional de la Policía, Mohamud Saleh.

Los agentes se apoderaron de cuatro fusiles AK-47, cuatro cargadores y 90 balas, además de cinco teléfonos móviles y varias chaquetas del Ejército somalí.

Según la Policía, los cuatro terroristas tiroteados formaban parte de un grupo de veinte miembros de Al Shabab al que la Policía tendió una emboscada.

Agentes y militantes se enfrentaron después en un tiroteo que acabó con la muerte de las cuatro víctimas.

Los supervivientes lograron escapar con las metralletas y los lanzagranadas que utilizaron para repeler a la Policía.

El grupo tenía previsto atacar con un lanzagranadas la comisaría de El-Wak, en el distrito de Mandera, de donde pensaban robar munición, armas y vehículos.

El 27 de octubre, 12 personas murieron en este distrito en un atentado de Al Shabab con explosivos y armas de fuego en un hostal. Las autoridades declararon después un toque de queda por un período de dos meses.

Al Shabab ya atacó el pasado mes de julio una comisaría de la zona, de la que robó balas y armamento. La misma comisaría había sufrido en abril un ataque de unos cien miembros de Al Shabab, que hirieron a tres agentes y se hicieron con un automóvil de la Policía.

Este grupo integrista afiliado a la red internacional de Al Qaeda controla algunos territorios de Somalia y lucha contra el Gobierno con constantes atentados contra soldados, políticos y civiles.

Desde abril de 2013, unas 500 personas han sido asesinadas en Kenia por Al Shabab, que actúa en el país vecino en represalia por el envío de tropas del Gobierno de Nairobi a Somalia para combatir el yihadismo y apoyar al Gobierno de Mogadiscio.

El ataque más sangriento en suelo keniano se produjo en septiembre de 2013, cuando 67 personas murieron en el asalto de Al Shabab al centro comercial Westgate de la capital keniana.