La decisión de permitir a los ciudadanos portar armas para defenderse de actos de la delincuencia, no debe ser abrupta ni apresurada, debe abrirse el debate, valorar los beneficios y los riesgos y llegado el momento, evaluar todos los elementos existentes, coincidieron en señalar los diputados Enrique Flores Flores y Manuel Barrera Guillén.
El legislador Flores Flores expuso que lo más conveniente es que el gobierno del estado trabaje más en materia de seguridad, “porque ante la ausencia de la fuerza del orden, los ciudadanos están respondiendo y están levantando la voz para hacerse justicia por su propia mano, que no es lo recomendable y no estamos llamando a eso, pero si hay una explicación del por qué se da esto”.
“Es una forma de levantar la voz y decirle al gobierno que no está funcionando su esquema, pero finalmente legalizar la portación de armas es una reforma de tipo federal que no compete al Congreso del Estado, pero debemos ver por qué se dan este tipo de situaciones y una vez que sepamos, tratar de ver las medidas alternativas que podemos tomar; hay que abrir el debate”, dijo.
Por su parte el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Rein-serción Social del Congreso del Estado, diputado Manuel Barrera, señaló que “quienes viven en la huasteca están listos para portar un arma, la gente allá está acostumbrada a andar armada, tienen ranchos y se enfrentan al riesgo de que los animales salvajes ataquen su ganado, por eso desde niños aprenden a disparar”.
“Ahora, el ‘efecto cucaracha’ que provoca que delincuentes de Tamaulipas y Veracruz invadan municipios potosinos colindantes, pone en alerta a esas personas; en la capital no se acostumbra, si la gente tiene un arma en su casa es para defensa personal y más del 50 por ciento de los accidentes involucra a niños que encuentran una pistola o escopeta en su hogar y se disparan y en el Altiplano, no hay índice delictivo y por ende, no existe justificación para andar armado”.
Por lo tanto, se deben analizar varios factores antes de tomar decisiones tan delicadas y en términos nacionales, lo mismo, porque las entidades fronterizas así como Guerrero, Oaxaca, Michoacán, tienen altos índices delictivos pero otras entidades no, es decir, el asunto es complicado y no se puede revisar por igual.