Cuando el Olimpo bajó a Jalisco

En 1968 no sólo la capital del país vibró con la celebración de la XIX Olimpiada.

El futbol y el tenis, dos deportes arraigados en la sociedad tapatía desde entonces, le dieron a Guadalajara la posibilidad de vivir en casa la emoción de los únicos Juegos Olímpicos que se han celebrado en nuestro país.

El público local poco a poco fue haciendo suyos unos juegos que al principio parecían ajenos y exclusivos de la Ciudad de México.

Hace 48 años el Olimpo visitó la tierra del tequila y el mariachi.

Poco a poco

El domingo 13 de octubre se dieron por inaugurados los Juegos Olímpicos en Guadalajara, subsede del evento que albergó partidos de futbol en el Estadio Jalisco, y el tenis, deporte de exhibición en este evento al no ser considerado deporte oficial por diferencias entre el Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional de Tenis.

Un breve desfile en la cancha del Coloso de la Calzada Independencia encabezado por los tenistas, para dar paso a la selecciones de Checoslovaquia, Hungría, El Salvador y Guatemala, escuadras que abrieron la actividad del balompié en esta sede.

El entonces gobernador Francisco Medina Ascencio, en el centro de la cancha fue el encargado de hacer la declaratoria inaugural de los Juegos en Guadalajara.

Eran tiempos donde la FIFA prohibía a sus afiliados inscribir a sus jugadores profesionales en el futbol olímpico para proteger su principal competencia, la Copa del Mundo. Esta situación la aprovecharon los países socialistas, que participaban con sus selecciones mayores, aduciendo que en sus territorios no existía el profesionalismo. La FIFA, sin embargo, también puso un candado ante esta situación y prohibió la elección de jugadores que hubieran participado en la última Copa del Mundo (en este caso el Mundial de Chile 1966), lo cual no restaba poderío y favoritismo a los países del bloque comunista.

Precisamente Hungría, el entonces campeón vigente del futbol olímpico, abrió la actividad ante una regular entrada en el Estadio Jalisco, con victoria de 4-1 sobre El Salvador.

Desfilaron además por esa cancha Checoslovaquia, la sorprendente Selección de Guatemala que a punto estuvo de colarse a la pelea por las medallas, Bulgaria, Israel, Ghana y Tailandia en la Ronda de Grupos.

El Jalisco fue sede de un partido de Cuartos de Final donde Hungría venció por la mínima diferencia a Guatemala, y del duelo cumbre que tuvo el futbol olímpico en estas tierras.

La Selección de México, dirigida por Nacho Trelles, jugó en el Coloso de la Calzada Independencia las Semifinales ante Bulgaria, en duelo que de forma dramática favoreció 3-2 a los europeos, con lo que el Tri tuvo que conformarse con pelear por la medalla de bronce ante Japón. Fue además del cerrojazo de la actividad olímpica en Guadalajara, el 22 de octubre de 1968.

Al final, en el futbol de la XIX Olimpiada, el oro se lo colgaron los húngaros, que vencieron 4-1 a Bulgaria en duelo polémico con tres expulsados por el lado de los búlgaros, y con la decepción de ver a México perder la medalla de bronce al caer 0-2 ante Japón, ambos duelos realizados en el Estadio Azteca.

De manteles largos

Algunas de las mejores raquetas del mundo estuvieron en Guadalajara para disputar el torneo semiolímpico, como se le denominó al tenis que no fue considerado deporte oficial en México 68.

El Club Guadalajara, el Club Atlas Paradero, y sobre todo el Guadalajara Country Club, que construyó un estadio de tres mil aficionados, fueron las sedes de los partidos jugados en la modalidad de singles varonil y femenil, dobles también ambas ramas, y mixtos.

En el torneo de demostración el primer lugar se lo llevó el español Manuel Orestes en la rama varonil, y la alemana Helga Niessen en femenil, quien repitió con su compatriota Edda Buding en dobles. El oro en dobles varonil fue para los mexicanos Rafael Osuna y Vicente Zarazúay en los mixtos para los estadounidenses Julie Heldman y Herbert Fitzgibbon.

En el torneo de exhibición, que se jugó en el Auditorio del Estado, construido exprofeso para albergar esta competencia, Rafael Osuna ganó en singles y en dobles con Zarazúa.

Hoy, el Auditorio del Estado no es otro más que el Auditorio Benito Juárez.

SABER MÁS
¿Qué pasaba en 1968?

  • Jacqueline Kennedy, viuda del presidente John, contraía nupcias con el magnate naviero griego Aristóteles Onassis.
  • Paulo VI era Papa y pidió por que los Juegos Olímpicos transmitieran un mensaje de paz a un mundo convulso por la guerra y los golpes de estado.
  • La ceremonia de inauguración de los Juegos coincidió en esta ciudad con la Romería. El vehículo de la Virgen tenía los aros olímpicos a los costados.
  • A los dos días del inicio del futbol olímpico en Guadalajara, el gobernador Francisco Medina Ascencio anunció la reducción de los precios de los boletos al Jalisco, y la entrada gratuita a estudiantes de primaria y secundaria.
  • El presidente del Comité Olímpico Internacional, Avery Boundage, y el presidente de la FIFA, Stanley Rous, estuvieron en Guadalajara durante la celebración de los Juegos.
  • Además de ofrecer la entrada gratuita al Auditorio del Estado para el torneo de tenis de exhibición olímpico, también se ofrecía transporte al entonces muy lejano sitio. Hoy, dicho lugar no es otro más que el Auditorio Benito Juárez.
  • En el cine triunfaban “Doctor Zhivago”, “Al Maestro con Cariño”, el western “El Bueno, el Malo y el Feo”, además de la mexicana “Por mis Pistolas” de Cantinflas.
  • La colonia Jardines Alcalde ofrecía terrenos “en la zona de mayor plusvalía de la ciudad”; asimismo Lagos del Country prometía fuentes a sus primeros compradores.
  • Unos días antes de los Juegos Olímpicos, se desarrolló en la Ciudad de México el movimiento estudiantil de 1968 que culminó el 2 de octubre, con la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.