Kickboxing, salud y defensa personal

Si se tuviera que hacer mención de los deportes más espectaculares en la actualidad, no podríamos dejar de hablar del kickboxing, disciplina similar al boxeo que además incorpora el golpeo con piernas y brazos para hacerlo aun más impactante. Las reglas son claras e indican que para pegar con los puños al contrincante deben usarse guantes que protejan las manos, así como las piernas, pudiendo hacer contacto con espinillas y muslos. No obstante, sólo se permite pegarle al adversario en ciertas áreas del cuerpo, como tronco, piernas y cabeza.
Pese a lo anterior, en comparación con otras técnicas de combate produce pocas lesiones entre sus ejecutantes; el anteriormente citado boxeo, por ejemplo, conlleva más riesgos, ya que la mayoría de los golpes se dirigen a la cabeza, lo cual puede causar terribles daños en quien los recibe.
Tal como sucede con aikido, karate, judo y tae kwon do, el kickboxing es identificado como deporte y, al mismo tiempo, como arte marcial, pues incorpora de las disciplinas orientales antes mencionadas valores como la convivencia pacífica, meditación, autoexploración y, ante todo, una forma de ver al mundo que permite el desarrollo de creatividad, flexibilidad y apertura personal.
En efecto, todo buen instructor de kickboxing hará hincapié en fomentar el entrenamiento físico, pero también dará prioridad a la concentración mental, de manera que se promueva una forma de pensar pacifista en donde la violencia sea el último recurso. Es así que los alumnos ejercitan simultáneamente cuerpo y mente, lo cual hace del kickboxing el deporte indicado para quienes viven en continuo estrés. Si lo analiza, las visitas programadas al gimnasio para la práctica de esta disciplina permiten escapar de la rutina e incursionar en una nueva forma de recrearse a fin de mejorar los estados de angustia, ansiedad y depresión.
Ahora que si el aspecto físico es lo que a usted le interesa, tenga en consideración que este ejercicio logra ligereza de piernas y brazos, fortalecimiento de músculos, tendones y huesos, además de flexibilidad en articulaciones y ligamentos.
Por otra parte, vale la pena mencionar que en la década de los 80 empezó a hacerse popular la palabra kickboxing, con la cual se identificaba al deporte que actualmente conocemos y que conjunta en una sola disciplina a prácticas de defensa personal como el boxeo tradicional, muay-thai (boxeo tailandés que emplea codos y rodillas) y savate (boxeo francés). Actualmente, el organismo que a nivel mundial regula este deporte es la Asociación Deportiva de Kickboxing Amateur Internacional (IAKSA).
Hay que reconocer que gracias al actor estadounidense Bruce Lee las artes marciales orientales han tenido gran impacto a nivel mundial, pues con menos de 10 películas filmadas logró cautivar al público en la última etapa de la década de los 60 y el inicio de los 70. Sin embargo, en nuestros días estas disciplinas forman parte de rutinas de ejercicio que encuentran cada vez más seguidores, sobre todo en Estados Unidos, bajo nombres como cardiokickboxing, aerobickarate o executive kicboxing. El secreto del éxito de cualquiera de ellas es que combinan los elementos que hacen atractivas las artes marciales con los que resultan más interesantes de las clases de aerobics.Para explicarlo de manera sencilla consideremos que a las técnicas de defensa personal se ha añadido música, es decir, patadas y puños se tornan menos agresivos y muy divertidos al compás de notas musicales. Este innovador programa de ejercicios, que surgió en la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos), no permite contacto físico entre alumnos, y no requiere de experiencia previa para tomar las clases. Es más, ha recabado gran número de seguidores en quienes han mostrado interés en quemar algunas calorías, logrando eliminar grasa y adquirir fortaleza al mismo tiempo. La rutina de cardiokickboxing en gimnasio consiste en lanzar puños y patadas sin descanso durante 60 minutos, sin hacer contacto en el oponente, de manera que sin peligro de lesiones se consigue optimizar el estado físico.
Sea cual sea la forma de llevar a la práctica las artes marciales, es importante hacer notar que su ejercicio por parte de toda la familia es impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), debido a que al tiempo que proporciona estupenda preparación física favorece el desarrollo personal y social.
además de que fomenta la unión familiar.