Jalil Chalita Zarur condenó que la Auditoria Superior del Estado encubra la corrupción de funcionarios municipales y estatales, a quienes les “ha limpiado” sus cuentas públicas de una forma cínica e ignominiosa.
Es por ello, dijo el secretario de Vinculación del Comité Directivo Estatal del PAN, que la credibilidad de esa institución está por los suelos, a pesar de que supuestamente fue creada para recuperar la confianza ciudadana.
Indicó que al menos 15 funcionarios de diferentes niveles y rangos deberían encontrarse ya bajó un proceso penal por corrupción y se debieron haber resarcido más de tres mil 500 millones de pesos.
Sin embargo, a pesar de las evidencias, nadie ha ido a la cárcel. Retó a nombrar al menos un político que haya sido amonestado o sancionado por cometer actos de corrupción.
“La pregunta es ¿Cuál es la razón por la que cada año no hay ningún alcalde o funcionario en la cárcel por peculado?” Se preguntó.
Quizá sea, comentó, porque a muchos legisladores ha servido la ASE para acomodar a sus familiares, a sus compadres o amigos, y cumplir así sus compromisos de campaña.
La verdadera razón del por qué la ASE es un cochinero es muy simple: los diputados no han entendido, ni en esta, ni en las anteriores legislaturas, que una de sus dos principales tareas es la de fiscalizar los recursos públicos. Son cómplices y beneficiarios.
A tal grado ha servido a intereses ajenos a una verdadera fiscalización del uso de los recursos públicos, que ha perdido toda efectividad, incluso como instrumento para aparentar la función que le confiere la Constitución y la Ley de Auditoría Superior del Estado.