Socialistas españoles deciden su futuro ante crisis interna

El Partido Socialista de España (PSOE) abordaba el sábado su grave crisis interna ante el debate abierto sobre el futuro de su líder y candidato en las dos últimas elecciones generales, Pedro Sánchez.

Su salida de la formación, como piden sus críticos, podría acabar con el bloqueo político en el país.

El secretario general de la formación se opuso a la propuesta del presidente interino, el conservador Mariano Rajoy, para formar gobierno tras la repetición de las elecciones generales el 26 de junio.

Igual que en los primeros comicios -en diciembre del año pasado-, las urnas no arrojaron mayorías claras, lo que provocó un estancamiento que dura ya nueve meses.

Tras las primeras elecciones fue Sánchez quien se presentó a la investidura, aunque fracasó al no tener los apoyos parlamentarios suficientes.

Sánchez insiste en que no facilitará una reedición del gobierno del Partido Popular (PP), como exigen sus críticos dentro del PSOE.

En caso de que los partidos con representación en el Congreso no alcancen un pacto de gobierno antes del 31 de octubre se convocarían las terceras elecciones, algo inédito en el país.

Si los críticos logran imponerse a Sánchez, la nueva dirección socialista podría facilitar el gobierno de Rajoy, aunque el candidato del PP todavía no ha dicho si volverá a presentarse a la investidura tras fracasar en las dos votaciones a las que se sometió el mes pasado.

En un intento de forzar a Sánchez a dimitir, 17 de los 38 miembros del comité ejecutivo del partido renunciaron el miércoles, demandando un cambio de posición.

Sin embargo, partidarios de Sánchez se congregaron el sábado en las afueras de la sede del partido en Madrid, coreando su nombre y gritando «¡No es no!», en referencia a la negativa de los socialistas de dejar que los conservadores formen gobierno.

Algunos dicen que, sin importar lo que decidan los socialistas, el único ganador será Rajoy.

Ana Barroso, del grupo consultor de riesgos políticos Teneo Intelligence, opinó que la izquierda española está quebrada. Sostuvo que no hay alternativa para un gabinete encabezado por el Partido Popular.

Estimó que si Rajoy no es nombrado presidente de gobierno antes del 31 de octubre, unas elecciones nuevas simplemente fortalecerán más a su partido y harán más fácil su reelección.

GRIETAS EN EL PSOE

El sector crítico del PSOE decidió esta tarde recoger firmas en el órgano de dirección del partido para presentar una moción de censura contra el secretario general, Pedro Sánchez, informaron fuentes socialistas.

Esta iniciativa ha sido adoptada en protesta por la decisión de la Ejecutiva en funciones de colocar una urna para votar la propuesta de Sánchez, que consiste en celebrar elecciones primarias el 23 de octubre y un congreso extraordinario en noviembre.

La votación fue suspendida entre acusaciones de «pucherazo» y «fraude» por parte de los críticos, que se han negado a participar en ella.

Para que prospere, la moción de censura tiene que estar firmada por, al menos, el 20 por ciento de los miembros del Comité Federal, que son algo más de 250, y respaldada por la mayoría absoluta de este órgano directivo.

En medio de una crisis sin precedentes, la reunión de los socialistas empezó esta maña en la sede central del partido con cuatro horas de retraso.

Durante el día se han producido tres recesos por asuntos puramente reglamentarios, como qué o quiénes van a votar, sobre qué censo, o cuál es el orden del día.

Algunos de los miembros del Comité Federal, que se celebra a puerta cerrada, han comentado en la calle que la reunión está siendo muy bronca y que se han escuchado gritos e insultos.

El líder de la corriente Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, ha abandonado el Comité y declarado a los periodistas que «el partido está roto» y que «no hay posibilidad de acuerdo».

En las puertas de la sede, situada en la céntrica calle madrileña de Ferraz, hay una concentración de personas, en su mayoría socialistas que apoyan a Sánchez, que protestan contra sus críticos gritando consignas y exhibiendo pancartas.

En caso de que la moción de censura salga adelante, la dirección del Partido Socialista español, primero de la oposición y clave para la formación de Gobierno en España, podría forzar la salida de Sánchez como secretario general.

Éste advirtió la víspera que dimitirá de su cargo si el Comité Federal respalda la abstención del grupo socialista en el Parlamento para permitir la formación de Gobierno al conservador Mariano Rajoy presidente en funciones desde hace más de nueve meses.

Se trata de la crisis más grave de la historia moderna del PSOE, un partido que ha gobernado España 21 de sus 39 años de democracia.

La ejecutiva de Sánchez, encargada de aplicar las directrices del comité federal, está en funciones toda vez que el miércoles pasado dimitieron 17 de sus 35 miembros.

El llamado sector crítico considera que la Ejecutiva ya no representa al partido; cree que no es posible el «gobierno alternativo» al que aspira Sánchez y le responsabiliza de las cuatro elecciones perdidas en menos de un año, dos generales y dos regionales.