El edificio que actualmente alberga a El Colegio de México, declarado Monumento Artístico, celebró ayer viernes su 40 aniversario de haber sido inaugurado.
En el evento de celebración se rindió un homenaje póstumo al arquitecto Teodoro González de León, constructor de este recinto junto a su compañero Abraham Zabludovsky.
Originalmente el evento contaría con la presencia del arquitecto fallecido el 16 de septiembre pasado, por lo que las instituciones participantes aprovecharon la fecha para rendirle homenaje.
En el evento, la voz del célebre arquitecto se hizo presente. El arquitecto Felipe Leal leyó el borrador del discurso que Teodoro González de León preparaba para esta celebración.
«Construimos un espacio de esplendor, un espacio que crea encuentros y hace comunidad. Acudimos a un experto bibliotecario para que aconsejara sobre el diseño de la biblioteca que ocupaba el 59% del área», señalaba el creador refiriéndose a esa edificación.
Al encuentro también acudieron el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda; el hijo de Abraham Zabludovsky, Jaime Zabludovsky; la familia de González de León.
Así como amigos, compañeros y profesores pertenecientes a dicha casa de estudios, como Vicente Ugalde, Aurelio González y Lorenzo Meyer.
Rafael Tovar y de Teresa reconoció el legado arquitectónico que González de León dejó en el paisaje urbanístico del centro del país. «Son suyas algunas de las construcciones más emblemáticas de la Ciudad de México, desde el Museo Tamayo y la Sala Mexicana del Museo Británico hasta el Museo de Sitio de Tajín», señaló el funcionario.
Silvia Giorguli, presidenta de El Colegio de México, afirmó que el edificio es un conjunto de narrativas en torno al diseño y de ahí deviene su gran valor arquitectónico. «Destacan dos rasgos particulares: la creación de una arquitectura moderna que rescata aspectos de la cultura prehispánica y colonial y la dinámica cotidiana que genera la lógica de organización del edificio».
El complejo que alberga al Colmex es un ícono del diseño urbano del sur de la ciudad y ha sido ampliado en varias ocasiones manteniendo su esencia sobria e imponente, característica de las creaciones de González de León.
A la entrada del Colegio, podían observarse las maquetas que el arquitecto había diseñado para la última intervención que realizarían en el complejo.
“Arquitecto apasionado, melómano sin par y viajero incansable», fueron las descripciones que Cristina García Cepeda hizo del creador. Asimismo, hizo énfasis en el orden y la pasión que el artista plasmaba en sus edificios, así como en sus incursiones plásticas y escultóricas que él desarrolló durante su carrera.
El próximo 29 de septiembre se presentará en el Museo Tamayo una escultura de González de León, García Cepeda indicó que se espera que sea en ese evento donde la Secretaria de Cultura anuncie detalles sobre un posible homenaje nacional.
Los edificios de Teodoro González de León ofrecen una manera distinta para recorrer la Ciudad de México, dentro de su obra destacan Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), el Museo Rufino Tamayo, el conjunto Reforma 222, la sede del Fondo de Cultura Económica, la Universidad Pedagógica Nacional y las remodelaciones del Auditorio Nacional y el Colegio Nacional.