Tres militares han muerto hoy y otros siete han resultado heridos en un ataque atribuido al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, en la provincia de Mardin, en el sureste de Turquía.
El atentado tuvo lugar esta mañana a una treintena de kilómetros al este de la capital provincial, cuando un explosivo colocado en una carretera estalló al paso de una furgoneta que transportaba a soldados y miembros de la milicia kurda progubernamental, conocidos como ‘korucu’, informa la agencia semipública Anadolu.
Dos agentes de las fuerzas de seguridad murieron y ocho fueron trasladados con heridas a los hospitales de la zona, donde falleció un tercero, indica el diario Hürriyet.
Las fuentes no han aclarado si los muertos son soldados o pertenecen a las fuerzas auxiliares locales.
La detonación de explosivos al paso de convoyes militares es una de las tácticas más habituales del PKK, que lucha contra el Gobierno turco en numerosas provincias del sureste de Turquía.
El sábado, un soldado murió en la provincia de Diyarbakir, y un ‘korucu’ en la de Sirnak, ambos escenarios habituales de enfrentamientos con la guerrilla.
También continuaron el fin de semana los combates en la provincia de Hakkari, fronteriza con Irán e Iraq, donde los militares abatieron ayer a tres guerrilleros gracias al apoyo de aviones no tripulados, según un comunicado del Estado Mayor turco, citado por Anadolu.
Desde el inicio de la operación militar en la provincia de Hakkari, a finales de agosto, los militares aseguran haber «neutralizado» (abatido, apresado o herido) a 323 miembros del PKK en esa región, 49 de ellos en el municipio de Yüksekova, donde los combates continuaban hoy.