Todo esto guarda la esponja de baño que usas a diario: Dermatólogo

Las esponjas de red para exfoliar el cuerpo no son recomendadas por expertos.

El 98% de los dermatólogos insisten en que no se usen a la hora del baño. Matthew Knight, del Instituto de Dermatología de Nueva York, opina que las redes deben abandonarse para siempre.

El médico explica que al exfoliar las células muertas de la piel, éstas se quedan dentro de la red.

Supuestamente, estos objetos se deshacen de las células muertas de la piel y ayudan a estimular la circulación. Incluso hay quienes aseguran que generan una piel mucho más suave.

Pero si pones la esponja en la ducha, que es un lugar cálido y húmedo, se convierte en el sitio perfecto para que crezcan bacterias, hongos y levaduras.

Así que lo que tienes que hacer para no esparcir bacterias sobre tu cuerpo es tirar la esponja y ocupar otro artículo de baño. Pero, si no estás dispuesta a hacerlo, puedes lavar a fondo después de ocuparla, secarla muy bien y sacarla de la humedad del baño.

Tampoco olvides sustituirla cada tres o cuatro meses.

LA TOALLA, OTRO ARTÍCULO DEL BAÑO QUE ACUMULA BACTERIAS.

Pese a usar jabón y enjuagarse correctamente, gran parte de las bacterias que limpias de tu cuerpo se quedan en la toalla que usas para secarte.

Aunque sean invisibles al ojo humano, muchas veces la toalla está impregnada de esas bacterias, células muertas y otras partículas y gérmenes que ‘habitan’ en tu baño regularmente, además al absorber el agua, con la humedad puede haber generación de hongos, e incluso provocar que tenga mal olor.

Las toallas para después de bañarse pueden usarse un máximo de tres veces, antes de tener que lavarla de nuevo, de acuerdo con el microbiólogo y patólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, Philip Tierno.