En el gobiernito, como quien oye llover

Decía el gran fabulista español Félix María Samaniego —un destacado actualizador de Esopo—que cuando te adulen, es cuando más debes cuidar lo que tienes. Relatando el contenido de El zorro y el cuervo, acuñó el conocido refrán: “Quien oye aduladores, no debe buscar otro premio”. Puso el dedo en la llaga.

El verdadero problema es cuando el adulado no hace caso de quien lo reconviene. Ladea la cabeza hacia otro lugar. Adopta una actitud enajenada, estúpida e indiferente. Se va con la finta del adulador y actúa “como quien oye llover”. Ahí está lo grave, lo peligroso para cualquier Nación o conjunto de naciones. Es el problema mexicano actual de los llamados “mandatarios”.

Sumisos ante los designios de Washington

Ante un mundo en crack, los políticos mexicanos –de alguna manera hay que llamarles– insisten en aferrarse a algo que ya no existe: el mundo con proyecto monocorde y unipolar de Washington. Son absolutamente sumisos hacia sus designios. El país, mientras, se deshace entre sus manos.

Estados Unidos ha perdido la competitividad en la batalla sobre las industrias robótica, siderúrgica, automotriz, satelital, bélica, química, y doméstica, frente a sus competidores más cercanos, Europa, China y Japón. La sumisión total sólo la han obtenido de España, Inglaterra, Italia, Polonia y algunos países pequeños del Este.

Asistimos al aumento vertiginoso de las tasas de desempleo y de las presiones inflacionarias y el estancamiento económico. En un entorno de constante descenso de los índices de producción, causa y reflejo de la saturación de los mercados… y aquí están como quien oye llover.

Ante el encarecimiento galopante de los insumos productivos y la estrechez de los canales financieros, ante un mundo desesperado, donde los viejos aliados son ahora encarnizados enemigos, no buscan una salida mínima a la dependencia crónica, no tienen la menor idea de lo que hacen, no encuentran el rumbo, se empeñan en actitudes triunfalistas y burriciegas de abundancia.

Navarrete Prida y las “convulsiones” a la Nación

Nuestros mandarines siguen pidiendo prestado en abundantes cantidades –ya cercanas a la mitad del Producto Interno Bruto–, para proteger los salarios de una burocracia dorada de favoritos y protegidos que no aportan absolutamente algo al enfrentamiento de la falta de alternativas, por ignorancia, abuso y desconcierto.

Se cierran obtusamente a cualquier posibilidad de ensanchar el mercado interno, de alentar políticas socialmente responsables de competitividad y productividad, de aumentar las percepciones de los trabajadores, de lucrar con el hambre desgarradora de los mexicanos.

Navarrete Prida, el especialista en dar noticias que «convulsionen a la Nación» –como aquélla que ofreció para «aclarar» el asesinato de Enrique Salinas de Gortari, sólo para terminar echando la culpa a guardaespaldas de tercer talón, protegiendo así a un abogado y a uno de sus hermanos– da una estocada diaria a las esperanzas de aumentar el salario mínimo de los trabajadores. «No hay condiciones», dice.

Política hacendaria: basada en dislates y rapiña

Rematan y regalan los bienes públicos, como si fueran de su propiedad, y no de la Nación, secan a base de desfalcos y desvíos esquizoides la economía nacional, destrozan la planta productiva, cierran las posibilidades de crecimiento, para favorecer a los competidores más desventajosos, sólo en función de los moche$ que les dejan la importación de todo lo que pueda producirse en el país.

La política hacendaria — también de alguna manera hay que llamarle– del vasco Videgaray heredada a Meade, se basa en dislates y rapiña. Arrincona al país a vivir de la circulación monetaria que derrama el excedente de las actividades del trasiego de estupefacientes de la delincuencia organizada estatal o informal… o complicitada.

Los heroicos trabajadores migrantes, expulsados del mercado de trabajo por los propios mexicanos que insisten en proteger otros intereses, cargan con la absurda responsabilidad de sostener el gasto en base a sus remesas, cada vez más abundantes y desairadas por la pandilla en el gobierno.

El compadre Miranda, voraz y codicioso en Sedesol

Les da güeva gobernar. Nunca aprendieron a pensar y ahora El Niño ñoño Nuño blande, como su bandera inocua, el garlito de enseñar a pensar, aunque no se preocupan por primero enseñar a leer y escribir. Porque él no lo aprendió jamás. Su carrera fue hecha a base de prebendas y favores palaciegos a los poderosos de turno.

?La famosa cruzada contra el hambre, inexistente en los hechos, ha sido tomada como negocios de hambreadores, voraces y codiciosos, como el tal Luis Enrique Miranda, el compadre de EPN, que en todos los resquicios de programas alimentarios va tras su propia conveniencia. Ven la tempestad y no se conmueven.

Y todavía piensan que la infeliz cruzada, cueva de ladrones rastacueros, puede ser la plataforma para lanzar una embestida por la Presidencia de la República, que otra vez se asentará sobre la mentira y la competencia entre los buitres que demuestren ser los más adelantados en la cruzada contra el pueblo y sus intereses más entrañables.

Recursos presupuestales, para beneficiar a socios y amigos

Una estrategia de terror que no augura nada bueno. Han estirado la liga hasta reventarla. La paciencia se agota, ante una casta de bandidos que no tiene fondo.

Las constantes involuciones de desempleo e inestabilidad de los mexicanos, también impactan hacia los centros hegemónicos. ?Nadie en el mundo puede sostener cualquier concepto de bonanza si los países sometidos no uniforman criterios para superar la crisis. Si no se salvan primero a sí mismos. Todos vamos en el mismo barco.

Los flujos del magro presupuesto, los subsidios públicos y las deudas contraídas, han ido a parar al barril sin fondo de la ineficacia, la molicie, la baja productividad social y la distorsión de las fuerzas económicas. Los dueños de los medios de la producción…

… y de los mendaces políticos mercachifles que arguyen que las inversiones para el desarrollo social no son redituables. Para ellos sólo existe un argumento: liberación de precios y devaluación monetaria como condición sine qua non para la abundancia de oferta. Liberar fondos para subsidiar a contlapaches.

 Y Peña Nieto sigue trepado en su avionzote de redilas

Los aumentos desenfrenados a bienes necesarios como la electricidad y los combustibles son patadas de ahogados. Todos los dirigentes oficiales le echan la culpa a la aprobación de los diputados, puros infelices que jamás leyeron los decretos que el propio «líder» del partidazo, Ochoa Reza, ayudó a infiltrar entre los levantadedos.

Primero, es el remate depredador de la CFE. Después, esperar que el que venga atrás tenga los recursos para echar a andar las refinerías nacionales, y el coraje para acabar con los embute$ de los hoy mandatarios y presidenciables. Se trata de seguir «mareando la perdiz», «pastoreando al gallo».

Inflación galopante + devaluación + recesión + estancamiento + crisis + ignorancia + descontrol político + rencor popular = al pavoroso legado de la tolucopachucracia en el poder. Mientras, el consejero jurídico Humberto Castillejos sigue repletando de incondicionales el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. No tienen fondo.

Peña Nieto sigue subido en su avionzote de redilas. Nunca ha demostrado que su criterio sea tomado en cuenta para decidir alguna cuestión crucial. Es un autista atracador. Indigno de desempeñar alguna función en la República. Su indiferencia, como la de quien oye llover es, sencillamente, un reconocimiento a la estulticia ramplona.

Mientras, las campañas presidenciales de los rateros se construyen sobre las espaldas de los tremores de una Nación, indignada y explotada, hasta la saciedad.

¡Pobre México!

Índice Flamígero: El alcalde de la capital potosina, Ricardo Gallardo Juárez, fue testigo del “Pacto de Civilidad y no agresión” que signaron jóvenes integrantes de diversas bandas de la colonia Prados de San Vicente, encuentro que efectuado en el marco de la décima edición del programa “Ayuntamiento en tu colonia”. El edil invitó a los “chavos banda” a que la rivalidad entre pandillas la manifiesten a través del arte, la cultura y el deporte y no con riñas, por ello se comprometió a dotar a las colonias de la zona oriente de la Ciudad capital más espacios deportivos y recreativos para que el ocio lo encaminen hacia actividades físicas y deportivas, no obstante los severos recortes presupuestales. Gallardo Juárez rinde su informe anual de actividades el próximo martes.

 

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