Carne de cerdo, ¿cuáles son sus consecuencias?

Al estar bajo tratamiento lo último que quieres hacer es reducir la eficacia de tus medicamentos, pero a veces es imposible evitar algunas acciones que, se dice, son contraproducentes cuando se toman medicamentos, por ejemplo, comer carne de cerdo cuando se toman antibióticos. ¿Es cierto que este alimento está prohibido en estos casos? ¿Qué alimentos evitar al tomar antibióticos? Sigue leyendo para conocer el uso correcto de estos fármacos. A pesar de que hayas escuchado advertencias sobre no comer carne de cerdo cuando se toman antibióticos, debes saber que no existen evidencias científicas que prohíban el consumo de este tipo de carne cuando se está bajo tratamiento con medicamentos de uso común.
La verdad tras los mitos de la carne de puerco cuando se ingiere junto a antibióticos incluye:
No existen contraindicaciones médicas al consumir carne de cerdo y antibióticos.
Sus proteínas tampoco representan riesgo al sistema inmune cuando se toman medicamentos, por lo que no aumenta la probabilidad de reacciones alérgicas a anti-bióticos.
Asimismo, no es cierto que altere la absorción de los antibióticos debido a que sea de digestión lenta; de hecho, su digestibilidad es alta.
Como puedes ver, no existen razones clínicas para prohibir la carne de cerdo cuando se está medicado. En cambio, el consumo moderado de su carne magra brinda proteínas y aminoácidos esenciales que ayudan a combatir enfermedades.
Entonces… ¿hay alimentos a evitar al tomar antibióticos?
No corres riesgo al tomar antibióticos y comer carne de puerco; sin embargo, debes estar atento a ciertos alimentos.
Los siguientes productos pueden causar interac-ciones con antibióticos al disminuir la velocidad a la que los absorbes, bloquearla en su totalidad o interferir con la forma en que los descompones:
Alimentos ácidos. Estos pueden interferir con la capacidad del cuerpo para absorber ciertos medicamentos. Incluyen refrescos (bebidas carbonatadas), algunos jugos cítricos, chocolate y productos a base de tomate. La interferencia de mayor importancia ocurre entre el jugo de toronja y antibióticos macróli-dos, clase que engloba la claritromicina, eritromicina y troleandomicina. Se debe a que una enzima en el fruto impide metabolizar correctamente el fármaco.
Lácteos. Salvo el yogurt, que contiene probióticos (bacterias benéficas que ayudan a mantener saludable el sistema digestivo) que auxilian a tu intestino cuando tomas an-tibióticos, tomar antibióticos y lácteos no es buena opción, ya que el calcio y hierro de los lácteos afectan la absorción de medicamentos.
Esto ocurre con las qui-nolonas (las más usadas son un grupo de las fluorqui-nolonas, como el ciprofloxa-cino).
Bebidas alcohólicas. Beber alcohol mientras tomas anti-bióticos puede disminuir la eficacia del fármaco y/o provocar efectos secundarios. En tratamientos con metronidazol y algunas cefa-losporinas puede provocar sudoración, vómitos y dificultad respiratoria. Mientras que con eritromicina y doxiciclina puede disminuir el efecto de estos fármacos. En general, la recomendación rigurosa es no tomar alcohol con an-tibióticos.
Recuerda, no todos los anti-bióticos tienen interacciones con estos productos. Por ello, no olvides preguntar a tu médico qué alimentos evitar al tomar antibióticos.
Cuidados cuando se toman antibióticos
Así como evitar ciertos alimentos asegura la correcta absorción de estos medicamentos, el consumo de algunos productos puede ayudar a combatir los efectos secundarios de antibióticos, como alteraciones en la flora intestinal:
Probióticos. Inclúyelos en tu dieta al tomar antibióticos, ayudan a restablecer el equilibrio normal de las bacterias en la flora intestinal. Estas bacterias beneficiosas también pueden potenciar los efectos de estos medicamentos. Algunos alimentos que los contienen son el yogurt, kéfir (bebida fermentada mediante hongos y bacterias), chucrut (plato preparado con col blanca rallada que se fermenta con vinagre y especias) y kimchi (preparación fermentada y sazonada de verduras que incluyen col, rábanos o pepinos).
Fibra (prebióticos). Son más eficaces que los probióticos en promover el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Durante y después del uso de antibióticos procura consumir fibra soluble, puedes encontrarla en tubérculos, calabaza y frutas peladas.
En cambio, es mejor evitar el exceso de fibra insoluble (se encuentra en salvado de avena, cebada, nueces, semillas, fríjoles, lentejas y chicharos) mientras el intestino se encuentra afectado, ya que puede ser irritante para su mucosa.
Asimismo, recuerda las siguientes recomendaciones sobre el uso correcto de anti-bióticos:
Lee todas las instrucciones, advertencias y precauciones sobre contraindicaciones de los antibióticos que están impresas en los empaques. Si necesita más información, consulta a tu médico.
Toma los antibióticos acompañados de un vaso con agua, a menos que tu médico te in-dique lo contrario.
No mezcles el medicamento con bebidas calientes puesto que el calor podría alterar su eficacia.
Tampoco mezcles los anti-bióticos con alimentos, a no ser que te lo recomiende tu médico. Sigue las instrucciones en cuanto a cómo tomar correctamente antibióticos: dosis (respetando las horas entre estas) y duración del tratamiento. Es fundamental que cumplas con el tratamiento y no lo interrumpas aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad.
Los antibióticos son medicamentos seguros y de gran eficacia cuando son prescritos por profesionales de la salud. Sigue los consejos mencionados, ¡y no comas o bebas lo que no debas!