Apalea Bouchard a Cibulkova en Montreal. Caen Aga y Petra. Luz verde olímpica para el tenis ruso.

Con la compasión que caracteriza los juegos de poder, la semana que concluye estuvo marcada por la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de que la disciplina del tenis es uno de los pocos deportes en los que no parecen haberse hallado pruebas fehacientes de dopaje sistemático por parte de atletas del equipo olímpico de Federación Rusa. Acto seguido, la Federación Internacional de Tenis informó que los siete tenistas rus@s nominados estarán en los Juegos Olímpicos. «Los siete tenistas rusos han sido objeto de un programa de rigurosas pruebas antidoping fuera de Rusia», destacó la ITF en su comunicado.
Lo paradójico es que fue precisamente el «affaire Sharapova», cúspide del idílico tenis femenil de todos los tiempos, el detonante para una crisis que de médico-deportiva pasó a geopolítica. Maria bonita era una de las jugadoras que inicialmente había apuntado Londres -e incluso fue anotada en la lista oficial- a los Juegos de Río, pero actualmente se encuentra suspendida dos años por doping con Meldonium, mientras que Vladimir Putin mantiene su protesta y la diva su apelación. Y la escalada terrorista y militar mundial en grande.
Contrario al espíritu olímpico, no es la primera ocasión en que se mete zancadilla en el máximo evento deportivo terrestre a «indeseables». La primera fue en Berlín 1936: mientras que el Comité olímpico norteamericano exigía vetar a la Alemania Nazi en los que prometían ser los más espectaculares JO de la historia, el COI de Avery Brundage ( estuvo al frente hasta su muerte, en 1975) negoció con Joseph Goebbels borrar todo indicio de racismo – y mostrarlo ante el mundo- en la Olimpiada alemana. El afroamericano Jesse Owens se llevó fácil su tres oros obligatorios y todavía derramó la bilis de Adolfillo, al llevarse una cuarta presea con beneplácito de los atletas judios a los qué sustituyó -condición para permitirle a Owens competir fuera de su especialidad.
Con un enemigo malo diferente, 44 años después los Estados Unidos de Ronald Reagan y la Gran Bretaña de Margaret Thatcher, seriamente amenazados en su plan de «Star Wars» -militarización satelital del planeta-, obtuvieron su boicot contra la Olimpiada de Moscú en 1980. Ultimo triunfo pírrico del desaparecido planeta comunista, donde el oro se quedó en Cuba, Europa Central y el «malévolo» país anfitrión.
Con el auge de las relaciones humanas mediatizadas en el tercer lustro del siglo XXI, la democracia estadounidense se ve geopoliticamente perdida. La asfixia el empuje comercial de China -bien pactada con Putin; la generalización del terrorismo como modalidad de guerra mundial y el Brexit en el que le tocó el papel del alguacil, dejando a su suerte a la OTAN. Hay que golpear a Rusia donde más impacte en Occidente, y qué mejor que en la táctica de boicot olímpica ya probada. El hermoso señuelo es la atleta más bella, rica y mediática de la historia, empresaria y top model dentro de territorio americano y consentida del planeta tenis. Incluso uno de los pocos modelos a seguir por las nuevas generaciones. Pero Masha no lo es más. Y todo el deporte ruso quedó a disposición de la medicina inquisicional.
A los siete jugador@s habilitados, la ITF destacó que se les hicieron 205 pruebas desde 2014, con 83 en acción y 122 fuera de competencia: 111 fueron de orina y 94 de sangre. «La ITF cree que esto es suficiente para que los siete tenistas rusos cumplan los requisitos pedidos por la comisión ejecutiva del COI», concluye el comunicado.
LAS RUSAS ACABAN CON LAS CAMPEONAS
En punto de las 16:00 del jueves 28, tras de dos horas diez de juego, la numero 4 WTA, Agnieszka Radwanska, de Polonia, cayó en la Copa Rogers de Montreal ante la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, 16 de la gráfica, en parciales de 46, 76 (7) y 61. Un par de horas antes, la checa Petra Kvitova (13) se desplomó ante Svetlana Kusnetsova (11) tras de una sanguinaria manga de 76 (7) que dejó exhausta a la ex top 10 que apenas alcanzó a despedirse con 63. Por último, la avalancha rusa también arrastró a Roberta Vinci (8), quien con score de 75, 63 le dijo adiós a Montreal ante el más serio prospecto olímpico, la belleza en ciernes Daría Kasatkina (33), de 19 años, quien ya venía de eliminar a la reina australiana Samantha Stosur.
Por no dejar, Simona Halep (5) se deshizo de otra checa, Karolina Pliskova (17), por doble 63. La rumana está feliz de la baja de la mestiza hispana Muguruza -a quien más mal que bien le hizo llevarse Roland Garros- por dejarle su sitio. Este viernes la hormiga atómica va contra la veterana y hoy olímpica Kusnetzova. Otra top 10 que se fue es Carla Suárez Navarro, derrotada por la eslovaca Kristina Kucova y quien esta noche chocará con la de nuevo sonriente Eugenie Bouchard (42), deidad canadiense que el miércoles, en el encuentro estrella del día, con una de las favoritas en acción, la guerrera Dominika Cibulkova, también eslovaca, fue barrida por vergonzoso 62 y blanqueada. Muy pronto distrajo el matrimonio a Dominika de sus obligaciones.
Otros avances en Copa Rogers son el de [6] Venus Williams (USA) a Barbora Strycova (CZE) por 63, 60; [10] Madison Keys (USA) a Madison Brengle (USA) por 64, 63; [15] Johanna Konta (GBR) a [Q] Vania King (USA) por 75, 61 y el de [2] Angelique Kerber (ALEM) a Mirjana Lucic-Baroni (CRO) por 63, 46 y 63. La dos del mundo, al momento del cierre, se encontraba set abajo de la -para variar- beldad rusa Elina Svitolina (20).