*.- Imperdonable, no cambiar las reglas *.-ASE y sus titulares deben acotarse

Luego que los diputados del PRI, PNA,PVEM y Conciencia Popular votaran a favor del dictamen de la Auditoría Superior
del Estado, ASE, para aprobar en paquete t-o-d-a-s las cuentas públicas correspondientes al último ejercicio fiscal de las pasadas administraciones, queda claro que se impone cambiar las reglas del juego a éste “procedimiento” fiscalizador.
Realmente es una bvurla que, pese a las denuncias del Consejo Ciudadano de Transparencia, multicitadas por todos los medios en al menos la últims parte del sexenio de Fernando Toranzo, la ASE no auditara el DIF Estatal ni a la Secretaría Particular del gobierno del estado, a cargo de las dos mujeres más poderosas del toranzato: María Luisa Ramos Segura y Laura Moore, respectivamente.
Con “los pelos de la burra en mano” el CCT demostró que los desayunos escolares que ministraba el DIF Estatal fueron adquiridos a un particular poblano con 60 por ciento de sobreprecio, lo que los hizo, pese a su humildad, más caros que los vendidos en cualquier restaurante de lijo de ésta capital.
En descargo, la ASE explica que los desayunos escolares del DIF se hacen con recursos federales, por lo que supervisarlos toca a la Auditoría Superior de la Federación, ASF, no a la ASE,             y para el caso de la Secretaría Particular, donde La Doña Moore manejó a discreción el presupuesto, dijo que “los diputados pudieron solicitarle explícito una auditoría a dicha entidad y no lo hicieron”. ¡Qué fácil, a ellos se les olvida y a mí se me pasa!
SIN NUESTRA CONFIANZA
El Auditor Superior del Estado, José de Jesús Martínez Loredo  dice que empleó un “método aleatorio”, que significa “al azahar” para seleccionar las dependencias auditadas pero no deja de ser sospechoso que ni la Secretaría Particular, el DIF o la Casa de Gobierno estuvieran entre las escogidas; tan increíble como que las “inconsistencias no rebasen el 0.03 por ciento de los más de 40 mil millones de pesos que FTF manejó en el 2015.
Al margen del deplorable trabajo de la ASE, cuyo presupuesto con eso nos parece un desperdicio, los panistas aprovecharon para “lavarse las manos”, estilo Poncio Pilatos, y se exculparon del bodrio que a priori habían aprobado ya que apenas la víspera por teléfono les advirtieron que de actuar contra la línea albiazul significaba la posibilidad de no reelegirse en el 2018… y votaron en contra de los dictámenes de la ASE.
A nuestro Juicio tuvo más valor la postura del priísta Fernando Chávez Méndez, de solicitar permiso para excluirse de la votación dado el conflicto de interés que lo alcanzaba al haber sido parte de la administración cuya cuenta se iba a votar; que los fariseos reclamos de los panistas.
Al final de cuentas las cuentas 2015 del Gobierno del Estado, Ayuntamientos Congreso y Supremo Tribunal de Justicia, se aprobaron con votaciones mayoritarias muy similares: PRI, PNA, PEVM Y PCP a favor; PAN en contra y PT y MC se abstuvieron o anularon sus votos.
¿El resultado? –Mayoriteo a favor de la impunidad, pese a que ese fue el factor determinante en las derrotas priístas del pasado 5 de junio así como de la renuncia de Manlio Fabio Beltrones al CEN del tricolor. ¡Obvio que no se vale!
CAMBIO DE DADOS
La Ley de Auditorías debe cambiar porque está visto que apelar a la ética profesional y moral de los políticos y funcionarios no sirve de nada o más bien, les vale dos cacahuates cuando de velar por sus intereses se trate. Pesan más que el prestigio y la solvencia moral.
Se debe reformar la Ley para que los auditores no sólo no se vendan al mejor postor sin configurar un delito, también para que sean más incisivos al determinar las responsabilidades en los casos que exista mal ejercicio de los recursos públicos por parte de los entes auditables de la administración estatal, las municipales, organismos autónomos, descentralizados, operadores de agua potable y DIF Estatal y Municipal. En fin, t-o-d-o-s.
Costándonos lo que nos cuestan, la nueva Ley de Auditoría debe obligar no sólo a  que se audite al 100 ciento de los entes auditables sino también a mantener un seguimiento puntual de la correcta aplicación de los re cursos con facultades para suspender “maniobras sospechosas” de cualquier entidad a tiempo, no cuando ya cometieron sus pifias y con una ridícula fianza salen libres; entre otras cosas.
No cambiar ésta Ley, sería otra marranada, ahora sí, de toda la legislatura.
Ya no será válido decir que “no quedaba otra”, era aprobar o rechazar, algo así como un “voto de confianza” al trabajo de la ASE… ¡y se lo dieron! Con todo el marco teorico de referencias en su contra,.. ¡Se lo dieron! Nosotros no podríamos y, ¿Usted?.