El reto para las Academias es construir una comunidad de muy alto nivel, productiva y activa, y la única manera de lograrlo es con la participación de todos: Jaime Urrutia.
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) es una organización fundamental para el desarrollo de México, por la importancia de sus programas, historia y solidez, así como su vinculación con otros organismos afines, señaló Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) durante la ceremonia del inicio del LVII Año Académico de la asociación civil que se realizó este miércoles en sus instalaciones al sur de la Ciudad de México.
Agregó que la mejor inversión que las instituciones y los investigadores pueden hacer es la divulgación del conocimiento científico, “pues no podemos pensar la actividad científica como redes cerradas de investigadores, necesitamos que el conocimiento, en sus diferentes formas, llegue a la sociedad e inunde sus calles, esa es la mejor inversión”.
Comentó que hace tres semanas se realizó la Cuarta Sesión del Consejo General de Ciencia y Tecnología, encabezada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en la que se anunciaron cuatro compromisos a cumplir antes de concluir la actual administración.
Los anuncios fueron: duplicar el número de cátedras CONACyT a 2 mil para el año 2018; concretar una reunión con la Conferencia Nacional de Gobernadores para que se comprometan a incrementar el presupuesto para ciencia y tecnología en cada estado; aumentar de 27 a 31 el número de Centros Públicos de Investigación; y el diseño de un programa de incentivos fiscales para que el sector privado invierta más en ciencia y tecnología.
Durante su discurso, el presidente de la AMC, Jaime Urrutia Fucugauchi, dijo que a lo largo de la historia los objetivos principales de las academias son promover la investigación y realizar las vinculaciones necesarias para que los descubrimientos de las ciencias -en todas sus áreas- se transformen en beneficios para las sociedades.
“El reto que hemos enfrentado en los últimos años ha sido, no la importancia que todas estas actividades tienen, sino el ritmo acelerado a la cual se dan. En un periodo muy corto hemos abierto una brecha más grande que antes teníamos entre los países ricos y pobres, ahora tenemos una brecha, para mi gusto, más fuerte en los países que tienen la capacidad de generar conocimiento y aquellos en donde somos usuarios de éste. Este reto es bastante claro: construir una comunidad académica de muy alto nivel, muy productiva, muy activa, y para ello, en la AMC nos queda claro que la única manera de caminar es con la participación de todos”, señaló Urrutia Fucugauchi.
El subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, Salvador Jara Guerrero dijo que la ciencia tiene un componente cultural fundamental e intrínseco que no debemos de perder de vista: la educación de nuestros niños para que sean capaces de apreciar el mundo en donde viven y la complejidad social.
“En ocasiones pareciera que la sociedad obedece a leyes más duras que la física, pues es todo un sistema complejo, y al salir en defensa de nuestras ideas fomentamos el pensamiento crítico, el cuál debe desarrollarse desde la niñez. Queremos que la gente estudie para tener empleo y viva bien pero no se trata solo de alimentar su cuerpo, también queremos que se alimente como ser humano”, señaló el doctor Jara.
Al término de la ceremonia, José Franco, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico dijo que a pesar de que el organismo que dirige actualmente es muy joven, comparado con la AMC, “está comenzando a solidificar proyectos y junto con la Academia, hemos logrado una mayor sinergia”, quien afirmó también que la vinculación academia-empresa es una asignatura pendiente.
Durante la ceremonia se entregaron los Premios Weizmann 2015; los Premios a las Mejores Tesis de Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2015, y también se otorgaron las Becas para Mujeres en las Humanidades y las Ciencias Sociales 2016.
Horas antes de la ceremonia de la AMC, el director del CONACyT, Enrique Cabrero firmó un acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para que a través de una plataforma del Consejo y de los repositorios nacionales, los maestros puedan actualizar sus conocimientos y complementar su enseñanza.