El gran enfado

También ellos lo presienten, por eso en su búnker y entre pares hablan de los avances y conquistas en materia laboral y anuncian de una lejana recuperación del salario mínimo que dependerá de otros muchos factores.
Sí, en la mismísima residencia oficial de Los Pinos, para celebrar el Día Internacional del Trabajo, el presidente Enrique Peña Nieto y el ahora muy desdibujado secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida hablaron sobre los progresos en materia laboral durante el presente sexenio frente a otros más representantes que les siguen el juego retórico, pero que saben que la paz y la justicia laboral están cada vez más en la cuerda floja y no por el mal humor social, sino por los acuerdos en los oscurito en contra de los derechos del trabajdor.
Mientras en la comodidad y seguridad de Los Pinos se conmemoraba el Día del Trabajo, en las calles no sólo de la Ciudad de México sino también del interior de la República, diferentes organizaciones le exigiendo al Gobierno, acción y justicia en todos los casos en los que las autoridades y los gobiernos han soslayado, mentido y hasta manipulado.
Pero dentro del búnker de Los Pinos saben en realidad de qué se trata el verdadero reclamo, tanto que Peña Nieto tuvo que abundar sobre la Iniciativa presidencial de Justicia Cotidiana que llevará igual, de concretarse, a acuerdos laborales más expeditos –aunque el trabajador lleve las de perder. Algo así como aquello que en el argot de la justicia se maneja: “más vale un mal arreglo que un buen pleito”.
Para cerrar el círculo de la inacción en la defensa de los derechos de los trabajadores, los sindicatos cada vez más pierden autonomía y se coaligan con el Gobierno para incluso ser partícipes del trofeo hueco de “cero huelgas”.
Hoy en día desde el poder se han dado cuenta, que no son los sindicatos tradicionales con los que habrá que acordar en el futuro la paz social, y que son otros los grupos de la sociedad los que claman abatir la pobreza laboral, las injusticia en el trabajo y hasta la inseguridad en el mismo: médicos, profesionistas e intelectuales, trabajadoras domésticas, estudiantes y claro, los disidentes sindicales.
Cuando no se ha cumplido, no hay celebración conjunta. Unos mienten, otros reclaman.
Y si con 31 meses sin estallamiento de huelgas ya cumplieron, uff, qué ingenio. Sabemos de los sindicatos a modo.
Acta Divina… El presidente Enrique Peña Nieto, en el marco de la celebración del Día Internacional del Trabajo, señaló que al finalizar el año, el salario mínimo tendrá una recuperación de 6 %.
Para advertir… Si no hay que festejar, no se valen tampoco las fiestas privadas. ¿Miedo?