Museo de Arte de Zurich celebra el centenario del dadaísmo

El Museo de Arte de Zúrich conmemora el centenario del movimiento dadaísta con una exposición que pretende reconstruir uno de los últimos grandes proyectos, hasta ahora inédito, de estos artistas de la provocación y el absurdo.
El movimiento Dadá nació en 1916 en el cabaret Voltaire de esta ciudad suiza. Vanguardia artística y literaria emblemática de inicios del siglo XX, sus miembros, asqueados por los horrores de la Primera Guerra Mundial, renegaban de las convenciones, preconizaban la extravagancia, el gesto sinsentido, el humor y la irreverencia.
La exposición «Dadaglobe Reconstructed» ocupa apenas una pequeña sala del museo, pero tiene un objetivo ambicioso, que no es otro que la publicación del «DadaGlobe», un vasto proyecto de libro lanzado en la época por Tristan Tzara (1896-1963), fundador del movimiento.
Si bien en 1921 apareció una antología, este libro, que debía reunir casi 200 contribuciones artísticas y literarias, nunca vio la luz por falta de financiación.
El proyecto gradualmente se fue sumiendo en el olvido, interesando apenas a un puñado de eruditos, hasta que la estadounidense Adrian Sudhalter, del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), participó en una retrospectiva del movimiento Dadá organizada en el Museo Georges Pompidou (Beaubourg, París), en 2005.
«Inspeccionando las obras, observé que había números inscritos al dorso de algunas piezas, y me pregunté a qué podrían corresponder», explicó en una entrevista.
Su curiosidad la llevó a examinar los archivos de la biblioteca Jacques Doucet de París, donde se conservan numerosas piezas de los movimientos Dadá y surrealista.
Así descubrió una lista que contenía estos números, aunque no dio más información al respecto.
Un trabajo de ‘detective’
«Fue un verdadero trabajo de detective artística», subrayó.
Un fotomontaje del artista francoalemán Marx Ernst ‘Le Rossignol chinois’ (el ruiseñor chino), repertoriado en esa lista, le permitió resolver el enigma.
Esta composición, centrada alrededor de una bomba aérea disimulada entre brazos y abanicos, es una de las obras emblemáticas del movimiento dadaísta, que se afanaba en convertir en una verdadera burla la locura mortífera de la época.
«Es una obra muy significativa en el movimiento Dadá», continuó Sudhalter, quien se percató de que aquellos números le permitirían recomponer el Dadaglobe.
El proyecto le llevó a interesarse en las investigaciones del profesor Michel Sanouillet, uno de los grandes especialistas franceses del movimiento Dadá, quien había conocido al propio Tzara.
«Éste le había dicho que el DadaGlobe era una de sus mayores frustraciones», confió.
Hans Arp, Constantin Brancusi, Man Ray, André Breton,…, la exposición en Suiza presenta unas 160 obras recuperadas, sobre todo fotografías, ‘collages’, pequeños dibujos, así como una colección de textos poéticos y manuscritos.
Todas esas creaciones fueron integradas en un catálogo de homenaje a Tzara, permitiendo así que la obra fuera finalmente impresa.
La exposición forma parte de las numerosas manifestaciones previstas este año en Zúrich para conmemorar el 100º aniversario del movimiento, que incluyen además un baile cuyos participantes lucirán vestimentas dadaístas y una retrospectiva dedicada al francés Francis Picabia, una de sus grandes figuras de referencia.
La retrospectiva tiene lugar en el Kunstmuseum de Zúrich desde el 5 de febrero hasta el 1 de mayo, y luego partirá hacia el MoMA neoyorquino donde se mostrará en junio.
El Museo Nacional de Zúrich (en alemán Landesmuseum Zürich, anteriormente denominado Museo Nacional Suizo) es un museo en la ciudad suiza de Zúrich.
Tres museos, el Museo Nacional de Zúrich, el Castillo de Prangins y el Foro de Historia Suiza de Schwyz, así como el centro de colecciones en Affoltern am Albis, están unidos bajo el paraguas del Museo Nacional de Suiza.
El Museo Nacional de Zúrich se encuentra en el corazón de Zúrich. El popular museo de historia cultural, con su extraordinaria arquitectura del siglo XIX, ha sido designado como un monumento histórico de importancia nacional.
El museo se construyó bajo la dirección del arquitecto Gustav Gull, un estudiante de Gottfried Semper.
Fue inaugurado oficialmente en 1898. Gull se basó en varios elementos arquitectónicos históricos de la Baja Edad Media y la Edad Moderna, combinándolos para crear un todo único.
El diseño incluyó salas históricas, interiores originales completos, techos de madera y otros elementos estructurales. Estos siguen caracterizando la atmósfera del museo a día de hoy.