Los beneficios del consumo de la moringa

La lista de los Minerales presentes en la Moringa es larga y entre los más importantes están incluidos el Calcio, Cobre, Hierro, Potasio, magnesio y Zinc. El Calcio es uno de los Minerales más importantes para el crecimiento, el mantenimiento y la reproducción del cuerpo.

La coagulación de la sangre, la transmisión de los impulsos de los nervios, contracción y relajación de los músculos, latido normal del corazón, estimulación de la secreción de hormonas, activación de la reacción de las enzimas, como también otras funciones, requieren todos pequeñas cuantidades de Calcio.

La Moringa es la fuente más rica de Calcio encontrado en material vegetal y posee 17 veces más Calcio que la leche, ayuda a prevenir la osteoporosis durante la vejez y refuerza los huesos de los jóvenes y los de mediana edad.

La Moringa, con 23 veces más Hierro que las espinacas, ayuda en la formación de hemoglobina y mioglobina, los cuales llevan el oxigeno a la sangre y los músculos.

El Hierro también forma parte de muchas proteínas y enzimas en el cuerpo. Su deficiencia produce la debilitación del sistema inmunológico, mientras que su consumo ayuda a mejorar la agilidad mental, ya que aumenta el abastecimiento del oxigeno hacia el cerebro.

La Moringa, con 15 veces más potasio que los plátanos, auxilia la regulación del balance de acido-básico y el agua en la sangre y los tejidos del cuerpo. Como la fuente más rica de Calcio y de Potasio, ayuda a reducir la presión arterial. Auxilia la síntesis de la proteína de amino ácidos y el metabolismo de carbohidratos.
El calcio es también necesario para el desarrollo de los músculos y el crecimiento normal del cuerpo.

La Moringa posee aproximadamente 46 antioxidantes y es una de las fuentes más poderosas de antioxidantes naturales. Los antioxidantes proporcionan los átomos libres que el cuerpo necesita y reducen el efecto de los Radicales Libres. Esta propiedad antioxidante ayuda a la prevención de formaciones malignas.

Las hojas de la Moringa son ricas en Flavonoides, un tipo de antioxidantes.

Los mayores antioxidantes presentes son: Quercetina, Kaempferol, Beta-Sisterol, ácido Caffeoylquinic y Zeatina. Los antioxidantes juegan un papel importante en controlar los síntomas del proceso de envejecimiento y mejoran la salud cardiovascular.

Además, la Vitamina C y la Vitamina E presentes en la Moringa funcionan también como antioxidantes.

Las investigaciones confirman la presencia de fitonutrientes en las hojas y semillas de Moringa, considerados como componentes orgánicos promotores de salud.

Los Fitonutrientes presentes en la Moringa incluyen Alpha caroteno, Beta-Caroteno, Luteína, Zeaxanthin y Clorofila. Los Fitonutrientes limpian el cuerpo de toxinas, purifican los riñones, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, a reconstruir los glóbulos rojos en la sangre y, más importante aún, a rejuvenecer el cuerpo al nivel de las células.

Todos estos nutrientes conforman un suplemento nutricional completo para el bienestar de nuestra salud. Moringa oleifera, conocido como moringa, es un árbol originario de norte de India. Crece en casi cualquier tipo de suelo, incluso en condiciones de elevada aridez estacional, lo que hace de esta planta un recurso para las poblaciones que habitan en estas zonas.

Es un árbol caducifolio. Presenta rápido crecimiento, unos 3 m en su primer año pudiendo llegar a 5 m en condiciones ideales; adulto llega a los 10 o 12 m de altura máxima.

Tiene ramas colgantes quebradizas, con corteza de corcho, hojas color verde claro, compuestas, tripinnadas, de 30 a 60 cm de largo, con muchos folíolos pequeños de 1,3 a 2 cm de largo por 0,6 a 0,3 cm de ancho. Florece a los 7 meses de su plantación. Las flores son fragantes, de color blanco o blanco crema, de 2,5 cm de diámetro. Produce vainas colgantes color marrón, triangulares, de 30 a 120 cm de largo por 1,8 cm de ancho, divididas longitudinalmente en 3 partes cuando se secan; cada una contiene aproximadamente 20 semillas incrustadas en la médula. Semillas de color marrón oscuro, con 3 alas. Su rusticidad lo hace muy fácil de cultivar.

Cada 100 g, de vaina con semillas contienen 86,9 g de agua; 2,5 g de proteínas; 0,1 g de grasa, 8,5 g de carbohidratos, fibra 4,8 g, 2,0 g de ceniza; 30 mg de calcio, 110 mg de fósforo, 5,3 mg de hierro, 184 UI de vitamina A, 0,2 mg de niacina, 120 mg de ácido ascórbico, 310 µg de cobre y 1,8 µg de yodo. El núcleo de la semilla contiene 38,4 g de proteína cruda y 34,7% de aceite graso.

El aceite de la semilla contiene 9,3% de ácido palmítico, 7,4% de ácido esteárico, 8,6% ácido behénico y 65,7% de ácido oleico Entre los ácidos grasos también han sido reportados los ácidos mirístico y lignocérico.

La torta después de la extracción de aceite contiene 58,9% de proteína cruda.