Hierbas y plantas al auxilio del cabello

El aprovechamiento de recursos del reino vegetal tiene una historia tan antigua y variada que prácticamente corre paralela al desarrollo de la humanidad; por ello, no es difícil encontrar innumerables ejemplos de alimentos, textiles, colorantes, utensilios, muebles, medicinas o combustibles que utilicen como materia prima a los vegetales.
El surgimiento de las sociedades industrializadas en Occidente (mediados del siglo XIX) generó una ruptura parcial en esta relación, de modo que los productos sintéticos obtenidos de minerales y, sobre todo, del petróleo y sus derivados, se convirtieron durante varias décadas en los más demandados y ambicionados por los consumidores.
A pesar de ello, en los últimos años se ha dado un repunte en el uso de frutos, raíces, hojas y flores, sobre todo en los ámbitos de salud y belleza, ya que ahora nos toca descubrir con asombro que la naturaleza es el más refinado y asombroso laboratorio del que se tenga idea, y que estas materias primas son más suaves e igualmente efectivas que los productos sintéticos.
Concretamente, la belleza del cabello vive una nueva etapa en la que se aprovechan conocimientos ancestrales sobre las propiedades médicas y cosméticas de las hierbas, de modo que es posible encontrar shampoos, enjuagues, acondicionadores y aceites formulados con remedios vegetales que permiten revitalizar melenas y perfumarlas con la delicadeza del campo o del bosque. A fin de conocer un poco más de estos efectivos tratamientos que acondicionan, nutren o humectan, ofrecemos una lista de las plantas más utilizadas en belleza capilar. Cualquier duda en su uso o efectividad puede ser resuelta por un experto en estética personal o remedios naturales.
Aguacate (Persea americana). Rico en vitaminas A y E, así como en aceites naturales y proteínas, es un acondicionador perfecto para todo tipo de cabello. Tiene poderoso efecto nutriente que lo vuelve especialmente idóneo para la reparación de melenas con problemas de resequedad.
Algas. Hay muchas especies de plantas marinas, y casi siempre se emplean en combinación para obtener sus beneficios en conjunto; en general son muy nutritivas porque son importante fuente de yodo, calcio, magnesio, complejo B y vitaminas D y E. Las de color café activan la circulación en el cuero cabelludo y las rojas ofrecen minerales, las azules tienen antioxidantes (sustancias que previenen el envejecimiento celular), en tanto que los líquenes, que son otro tipo de algas, protegen la piel sensible y ayudan a cicatrizar pequeñas heridas. Una vez procesadas y mezcladas forman un líquido color pardo que humecta y nutre al cabello, con lo que crece más espeso y brillante.
Almendras dulces (Prunus dulcis). El aceite obtenido de estos frutos secos es poderoso humectante y fuente de nutrientes para el cabello (complejo B, vitamina E y minerales como magnesio, fósforo, potasio y zinc), por lo que le da brillo y suavidad, amén de que lo hace muy manejable. Asimismo, es empleado en tratamientos para eliminar la resequedad.
Cacahuanache (Licanea arborea). Muy utilizado en tiempos recientes, este vegetal nutre, fortifica y estimula los folículos pilosos; su uso continuo da como resultado una cabellera con cuerpo, abundante, fuerte, sedosa y brillante. También previene la calvicie, caspa y seborrea, debido a que regula la secreción sebácea.
Cactus (Corryocactus brevistylus). Del tallo de esta planta del desierto se obtiene un líquido que sirve para lavar el cabello e, incluso, a decir de algunos entusiastas usuarios, favorece su crecimiento. También es empleado con otros ingredientes en fórmulas para disminuir la caída del cabello, caspa y seborrea.
Caléndula (Calendula officinalis). La caléndula es una planta que ayuda a resaltar el color de la melena, sea ésta clara, castaña u oscura, y elimina los restos de cloro y sal que suelen acumularse con el lavado diario.
Además, nutre y fortalece los folículos pilosos (glándulas que generan los cabellos), y ayuda a revertir los daños generados por la contaminación.
Castaño (Castanea sativa). La infusión obtenida de sus hojas y de las cáscaras de los frutos (castañas) se emplea para dar reflejos cobrizos en las melenas rubias; antiguamente estos mismos elementos se trituraban para crear una pasta que se aplicaba directamente en recién nacidos para aumentar la cantidad de cabello.
Ciprés (Cupressus sempervirens). Con su piña o nuez se elabora un extracto que oculta las canas de manera discreta. Como tónico capilar es muy suave y estimula el crecimiento de la melena, a la vez que frena la caída del cabello masculino.
Cola de caballo (Equisetum arvense). Fortalece y detiene la pérdida de la cabellera, además de que es auxiliar en el combate de la caspa. También sirve para prevenir la orzuela (puntas abiertas) del cabello y regenerar una melena maltratada, ya que posee ácido silícico, sustancia muy importante para su constitución.
Chile (Capsicum baccatum). Muy útil para cabello delgado, frágil o débil, ya que su pulpa fortalece, nutre y vitamina al cabello desde la raíz, dándole sedosidad, brillo y cuerpo. También estimula la circulación en el cuero cabelludo, por lo que se emplea en muchas ocasiones para prevenir y combatir la calvicie.
Flor de sauco (Sambucus mexicana). Es un arbusto o árbol pequeño de cuyas flores y hojas se obtienen sustancias con poder desinfectante y limpiador que ayudan, junto con otras plantas, a combatir problemas de caspa y caída del cabello.
Gingseng (Panax gingseng). Esta raíz originaria de China y Corea contiene vitaminas B1 y B2, saponinas, glucósidos y aceites esenciales, por lo que limpia, actúa como estimulante del cuero cabelludo y aumenta el grosor del cabello. Además, tiene elevado poder de renovación celular, por lo que devuelve al cuero cabelludo su elasticidad y tonicidad.
Ginkgo (Ginkgo biloba). Los principios activos de sus hojas favorecen la microcirculación sanguínea a nivel del cuero cabelludo y de los folículos pilosos, por lo que ayudan a mantener un cabello sano y a prevenir la calvicie. También protegen del ataque de elementos dañinos, por lo que disminuye la incidencia de canas.
Hamamelis (Hamamelis virginiana). Es un árbol pequeño parecido al avellano cuyo extracto estimula a los folículos y nutre el cabello desde la raíz. Perfuma la melena y la protege de las agresiones generadas por contaminantes y polvo. También ayuda a tratar cuero cabelludo graso.
Henna (Lawsonia inermis). Es una planta de flores blancas, pequeñas y olorosas que crece en climas cálidos. Con sus hojas secas se crea un polvo fino que se utiliza para teñir y dar brillo a la cabellera, con la ventaja de que no produce reacciones alérgicas o secundarias y penetra con facilidad en el cabello.
Hiedra (hedera helix). La infusión de sus hojas es muy útil para ocultar canas y oscurecer el cabello. Esta planta debe utilizarse con cautela, ya que posee sustancias tóxicas; no en vano, su savia se utiliza desde tiempos antiguos contra los piojos.
Jitomate (Licopersicum esculentum). Es un fruto con el que se elaboran shampoo, mascarillas y jabones que proporcionan nutrientes y vitaminas al cabello, dejándolo suave y manejable. También favorece la caída de células muertas del cuero cabelludo, y es ideal para el mantenimiento de melenas onduladas.
Jojoba (Simmondsia chinensis). De la semilla de este árbol se obtiene un aceite rico en ceramidas, que son sustancias muy parecidas a las que dan cuerpo y estructura tanto al cabello como a la piel; por ello, su uso permite profunda hidratación y nutrición capilar y del cuero cabelludo. Asimismo, posee ácido linoléico, que contribuye a regular la generación de grasa, y vitamina E, que elimina los radicales libres responsables de envejecimiento prematuro.
Kiwi (Actinia chinensis). Este fruto posee alto poder humectante y brinda agradable frescura; es muy útil para eliminar el exceso de grasa en el cuero cabelludo y ayuda a eliminar de él las células muertas.
Lechuguilla (Agave lechuguilla). Es una planta que crece en regiones áridas de la República Mexicana y que ha sido utilizada por pueblos indígenas desde hace siglos para lavar el cabello. Estudios recientes han demostrado que el xhite o pulpa posee saponinas, compuestos con actividad detergente mas no agresiva.
Limón (Citrus limonum). El jugo de este fruto es muy útil para luchar contra el exceso de secreciones sebáceas; también se sabe que posee la facultad de aclarar el color del cabello y darle brillo. Si desea utilizarse de manera casera, la proporción para diluirlo es 1/3 de jugo por 2/3 de agua.
Manzanilla (Matricaria chamomilla). Se trata de una planta muy útil para suavizar y limpiar el cabello, a la vez que ayuda a mantener un tono rubio o claro; combate la resequedad del cuero cabelludo, equilibra la producción de grasa y previene la aparición de caspa. Es muy utilizada en la industria cosmética y es tan suave que puede ser aplicada a niños y recién nacidos.
Menta (Mentha piperita). Restablece el nivel de ácidos naturales que se deteriora con el uso del shampoo comercial, y ofrece delicada y profunda limpieza que remueve la grasa sin estropear al cabello. También vigoriza los folículos y brinda ligera frescura.
Naranjo (Citrus vulgaris). El extracto de sus flores posee efecto astringente, es decir, limpia a profundidad el cabello, con lo que ayuda a eliminar el exceso de grasa. Se suele mezclar con otros aceites para contrarrestar la formación de caspa; también ayuda a reducir irritación y enrojecimiento en el cuero cabelludo. El jugo de su fruta, la naranja, ayuda a controlar el exceso de grasa.
Nogal (Juglans regia). Las hojas de este árbol se han empleado desde hace mucho tiempo en la elaboración de tinturas naturales para cubrir canas, ante todo porque no son un elemento agresivo para el cuero cabelludo. De su fruto, la nuez, se obtienen extractos vegetales que fortalecen la raíz capilar, evitando la caída del cabello.
Nopal (Opuntia ficus indica). Se aconseja su uso diario para cabelleras maltratada, resecas o teñidas; revive el brillo perdido y logra una aclaración suave y natural. Fortalece la raíz del cabello, promueve el crecimiento capilar y se ha observado que en ocasiones combate caspa y seborrea.
Ortiga (Urtica dioica). El extracto de las hojas de este vegetal aumenta la circulación de sangre en el cuero cabelludo, con lo que se fortalecen tanto al cabello como los folículos; además, realiza profunda limpieza y contribuye con sus propiedades estimulantes y regeneradoras a frenar la caída del cabello.
Papaya (Carica papaya). Es un fruto originario de las zonas tropicales del continente americano; sus semillas y cáscara poseen papaína, sustancia que se emplea para suavizar, hidratar y regenerar al cuero cabelludo, sobre todo en pieles muy sensibles o delicadas; también es benéfica para melenas maltratadas, resecas o sin cuerpo.
Romero (Rosmatynum officinalis). Revitaliza el cuero cabelludo a la vez que estimula y fortalece el crecimiento capilar. Junto con otras plantas es auxiliar en casos de seborrea o caspa y para prevenir la calvicie. Asimismo, limpia a profundidad y elimina liendres (huevecillos de los piojos).
Rosas (Rosa gallica L.). El aceite obtenido de los pétalos y estambres de esta flor es de color amarillo verdoso, pálido y de olor muy intenso y aromático; sirve para tratar al cuero cabelludo cuando está seco y genera comezón. También aromatiza la cabellera y le da sedosidad.
Sábila (Aloe vera). La pulpa de esta planta del desierto es rica en aminoácidos, minerales, vitaminas, enzimas, proteínas y polisacáridos que humectan y nutren tanto al cabello como al cuero cabelludo; también posee aloína, sustancia que revitaliza al cabello tornándolo más flexible, reluciente, dócil y resistente. Es ideal para el tratamiento de melenas delgadas, quebradizas o maltratadas.
Salvia Europea (Salvia officinalis). Es una de las mejores plantas para oscurecer y tonificar el cabello; también estimula su crecimiento y ayuda a mantenerlo sano. En combinación con otras plantas, como romero o cola de caballo, sirve para elaborar remedios contra la caspa.
Sangre de grado (Jatropha dioica). La savia roja de este arbusto que crece en el norte de México tiene la capacidad de fortalecer desde la raíz hasta la punta, por lo que su infusión se emplea para nutrir y evitar la caída del cabello; también es auxiliar en el combate a la caspa, y oscurece ligeramente la melena.
Saponaria (Saponaria officinalis). Extractos de hojas y raíces de esta planta se emplean sobre todo para elaborar shampoos y enjuagues; tiene la cualidad de limpiar perfectamente la piel, por lo que contribuye a erradicar padecimientos del cuero cabelludo como psoriasis y eccema. También fortalece al cabello.
Té chino (Camellia sinensis). El uso continuo de su infusión oscurece el cabello progresivamente a la vez que evita su caída. También contiene vitamina B2, nutriente que ayuda a mantener sano al cuero cabelludo.
Trigo (Triticum sativum). El germen de trigo es rico en vitamina E, con lo que el cabello y cuero cabelludo logran contrarrestar los efectos de la contaminación ambiental, rayos solares y dieta inadecuada. Mezclado con otros elementos, como yogurt y miel, y debido a su poder antioxidante, previene la aparición de canas.
Tomillo (Thymus vulgaris). La infusión de tomillo es muy eficaz en casos de caspa, ya que posee propiedades antisépticas y antibacterianas que imposibilitan el desarrollo de microorganismos. Es útil también para reforzar la limpieza habitual de la melena.
Ylang ylang (Cananga odorata). Es una planta proveniente del extremo Oriente, posiblemente de la Isla de Java; de sus flores se obtiene un extracto que regula las secreciones sebáceas y ayuda a regenerar las células del cuero cabelludo; en combinación con el cedro disminuye la caída de cabello y le otorga especial brillo y vitalidad.
Como puede observarse, la variedad que nos ofrece la naturaleza es enorme y brinda una o varias soluciones al mismo problema. Sólo resta mencionar que cualquier tratamiento con plantas que genere irritación o reacción alérgica, sea adquirido en un establecimiento o preparado en casa, debe suspenderse; toda reacción adversa requiere consulta médica.